Los árboles porteños tienen una policromía hermosa. En agosto-septiembre, florecen los lapachos con sus hojas rosáceas. Noviembre es momento del violeta del jacarandá y diciembre son las tipas y su amarillo. Pero existe un problema invisible: no existe un proyecto serio de reforestación en la Ciudad de Buenos Aires.
El avance inmobiliario en diversas comunas genera el problema de la deforestación. El Paseo del Bajo es el ejemplo más claro: de los 502 árboles plantados, 347 se secaron. Por otro lado, el negocio de la poda sistemática genera enfermedad y muerte de cientos de árboles añosos.
Silvia González, periodista y militante de la Comuna 4, expresó en Radio Gráfica: “el arbolado es un problema de salud pública. En los últimos años se han perdido un montón de arboles añosos y la responsabilidad es del gobierno porteño que incumple la Ley 3263 (Protección, conservación y cultivo). Hace cinco años que existe un plan de poda y talado sistemático. Esto está produciendo un profundo desequilibrio en los árboles que se están enfermando, porque la tala los exponen al agua de lluvia y las plagas. Eso termina con los ahuecamientos y la extracción del árbol“.
“Existe una cantidad de empresas que trabajan el cuidado del arbolado que en verdad son empresas de construcción, electricidad, limpieza y transporte que se dedican a la poda, tala y extracción. Para la Ciudad sería más barato el mantenimiento y conservación del arbolado público, pero en connivencia con el gobierno porteño, se firman contratos muy caros que terminan dañando el ambiente”
El negocio detrás de los árboles: “Existe una cantidad de empresas que trabajan el cuidado del arbolado que en verdad son empresas de construcción, electricidad, limpieza y transporte que se dedican a la poda, tala y extracción. Para la Ciudad sería más barato el mantenimiento y conservación del arbolado público, pero en connivencia con el gobierno porteño, se firman contratos muy caros que terminan dañando el ambiente”.
Una de las causas del deplorable estadio de muchos árboles porteños es la perdida de absorción de los suelos. Cuanto más cemento, menos absorción natural existe. Silvia González señaló en Sumemos: “Las nuevas construcciones están tapando las planteras. Eso no debería ocurrir. Donde tendría que haber un árbol queda la plantera tapada. Cada siete metros debería haber un árbol pero eso no ocurre“.
“Están asfixiando a los árboles. En la Comuna 4, muchos árboles están con su plantera cementada o tapada de alquitrán. El gobierno porteño está enfermando al arbolado y perdiendo especies sin importar los servicios ecológicos que nos brindan”.
Finalmente, Silvia González afirmó que, para el gobierno porteño, los árboles son un negocio: “Si pensamos que las macetas que el gobierno porteño instaló hace años – que ya están todas secas sus plantas – las tomó como espacio verde, nos da la real dimensión de lo poco que le interesa el ambiente. Cuando vemos podas o extracciones, pedimos los expedientes pero los inspectores nunca los tienen a mano. Eso sí, las motosierras nunca se frenan“.
- Entrevista realizada por Vivian Elem y Carlos Aira en Sumemos (Domingo, de 13 a 14hs)
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