Por Úrsula Asta
“Tiene el doble de posibilidad de infectar a una persona”, explicó Jesem Orellana sobre la variante que circula en nuestro país, al igual que lo hacen otras, como la de Reino Unido y California. El epidemiólogo de la Fundación Osvaldo Cruz (FIOCRUZ), ubicada en Manaos, Amazonas, conversó con Radio Gráfica y detalló cómo afecta esta mutación, la variante P1, considerada mucho más contagiosa.
UA: ¿Cuál es la situación en la zona en que estás?
JO: La situación en este momento en Manaos es distinta de lo que estamos observando en todo el resto del país. Es una repetición de lo que pasó en 2020. Manaos, la capital de la provincia de Amazonia, era el epicentro de la epidemia en Brasil cuando tuvimos gente que moría fuera de los hospitales, siendo enterrada de forma colectiva, como en la época de las guerras mundiales, muertos al lado de vivos. Y después de lo que pasó en Manaos en abril y mayo del 2020, algo no tan fuerte, claro, se repite en otras regiones de Brasil.
Y, en este 2021, exactamente lo mismo. Tuvimos el problema de Manaos en enero del 2021, un mes y medio, más o menos. Fue algo parecido, que se repite en una proporción nacional, pero esta vez con una diferencia fundamental: con niveles de contagio y de mortalidad muy graves que llevaron a las principales metrópolis, las principales ciudades de Brasil, a un colapso de su sistema de atención médica-hospitalaria.
VR: ¿Cuáles son las zonas más afectadas, actualmente, en Brasil?
JO: En este momento, no tenemos una zona más o menos afectada en Brasil. Está afectado desde el Norte al Sur, desde el Este al Oeste, estamos complicados. La única diferencia es que la Región Norte de Brasil, la parte de la selva Amazónica, es una parte que probablemente está en una desaceleración de la epidemia, pero lo demás de Brasil está tomado por el virus y no tenemos mucha esperanza de corto plazo para solucionar el problema. Porque ninguna medida efectiva para disminuir la circulación del nuevo coronavirus, y de sus variantes amenazadoras, fueron tomadas hasta el momento.
Por el contrario, el presidente de la República, Jair Bolsonaro, entró con una representación en la Corte Máxima de Justicia de Brasil contra dos provincias grandes, Río Grande del Sur y Bahía, porque estaban imponiendo medidas más duras para controlar la circulación del virus. Algo absurdo, que cualquiera que está viendo desde afuera, dice ´bueno este presidente no funciona bien, tiene algún problema para tomar ese tipo de medidas´. Por eso estamos al borde de 300 mil muertos por Covid 19 confirmados en Brasil.
UA: Tengo aquí una investigación que realizó la Fundación Osvaldo Cruz, de la cual formas parte, en la que afirman que las desigualdades sociales contribuyen al aumento de las muertes. Además de las políticas sanitarias que toman los Estados, y en el caso de Brasil es terrible lo que ha dispuesto Bolsonaro, ¿qué pasa estructuralmente con la situación previa que tienen muchos de nuestros países en América Latina?
JO: Eso es un tema importantísimo y actual, porque estamos acá en Brasil con el problema de la epidemia descontrolada en este momento. Pero claro, eso no es algo que solamente se puede explicar, única y exclusivamente por la nueva variante que está circulando predominantemente en Brasil o por errores en la conducción de la política sanitaria. Nosotros tenemos problemas estructurales socioeconómicos anteriores a la epidemia, que ya dejan a Brasil y a sus regiones más pobres, naturalmente más vulnerables, más propicias a este problema de la transmisión descontrolada. Para que tengas una idea, en Manaos, que fue doblemente castigada por la epidemia por dos picos de enfermos y de muertos de Covid19 en 2020 y 2021, antes de iniciar la epidemia, Manaos era la única ciudad de un total de 62 ciudades que existen en la provincia de Amazonas que tenía camas de UTI (unidades de terapia intensiva) y, por increíble que parezca, solo tenía 40 camas de UTI para 4 millones 200 mil habitantes.
Es decir, tenemos un problema de desigualdad social, mucha gente viviendo en situación de pobreza para estar enfrentando estos problemas, en este momento. Y, aparte de eso, tenemos bajísimas condiciones de estructuras médico hospitalarias, que es anterior a la epidemia. Juntas esos dos temas importantísimos, que son la desigualdad social y la desigualdad para acceder a los servicios de salud, a los hospitales y a los médicos, más la corrupción y la ineficacia en la gestión de la epidemia, la baja cooperación para no hacer circular y entendés porqué Brasil está hundido en lo que puede ser lo peor de su historia sanitaria en términos de salud pública.
UA: ¿Qué se sabe de la nueva variante que circula en Brasil?
JO: Nosotros tenemos varias cepas que son calificadas por la OMS como variantes de preocupación, y entre ellas las que más nos tiene perturbados es la famosa P1, que es llamada “variante amazónica”. Tiene una característica muy complicada, es más infecciosa que todas las otras que conocimos, digamos que tiene el doble de posibilidad de infectar a una persona.
Cuanto más tengamos a esta variante circulando, más enfermos vamos a tener, cuanto más enfermos tenemos, más necesidad vamos a tener de camas hospitalarias, especialmente de terapia intensiva, y es por eso que estamos pasando por lo más delicado de la epidemia, porque tenemos un número gigantesco de gente precisando la internación hospitalaria. No tienen cómo acceder a esos servicios y los muertos van acumulándose a un promedio de aproximadamente 2.900 muertos en los últimos 4 días en Brasil. Al 19 de marzo, tuvimos un promedio de 2.866 muertos.
Si hacen la cuenta del total de muertos que tuvimos en Brasil, en los últimos 10 días, entre el 10 y el 19 de marzo del 2021, tuvimos aproximadamente 23.000 muertos por Covid19, casi la mitad del total de muertos en la Argentina a lo largo de toda la epidemia. Es una situación gravísima. Esta variante P1 y las otras variantes, como la de Sudáfrica y la de Reino Unido, que también están circulando en Brasil, y se habló poco de ellas, también están ayudando a configurar este escenario que es el peor de la historia de la salud pública brasileña.
UA: Desde tu conocimiento, ¿las vacunas que hay hasta el momento en circulación te defienden contra estas nuevas cepas?
JO: De los estudios preliminares que tenemos, todos son unánimes mostrando que estas nuevas variantes que tienen mutaciones específicas en su estructura viral no afectan de forma significativa la respuesta de las personas que son vacunadas por las diferentes vacunas. Principalmente la de Oxford, donde ya tenemos estudios más avanzados, de la Pfizer y CoronaVac ya tenemos estudios preliminares que nos muestran de una forma bastante interesante que estas nuevas variantes no tienen capacidad suficiente para anular el efecto de las vacunas.
Se hablaba del tema semanas atrás, pero ahora ya está un poco más claro para nosotros.
VR: Sobre el tema de las vacunas, la semana pasada se conoció que hay países en Europa que de alguna forma niegan la utilización de la AstraZeneca ¿Cuál es tu opinión al respecto?
JO: Tenemos que entender mejor el contexto para interpretarlo de forma apropiada. Esos países que están negando el uso de la vacuna de Oxford/AstraZeneca, por ejemplo, son países que tienen una cantidad grande de dosis y de diferentes fabricantes. Se dan el lujo de estar vacunando con vacunas altamente potentes y eficaces como la de Pfizer y Moderna. Y, en ese caso, como tienen duda, hacen sus menciones temporarias porque sospechan de un supuesto efecto colateral, que en realidad lo hacen porque sus técnicos, de sus ministerios de la salud y etc., son técnicos mal preparados y no están en condición de hacer una evaluación más seria desde el punto de vista científico y técnico. Entonces, toman esas decisiones precipitadas y acaban contagiando a diferentes países y regiones del planeta, dando la impresión de que esa vacuna hace mal. Son absurdos que no tienen ningún respaldo científico.
UA: Te pregunto qué pasó cuando Venezuela envió tubos de oxígeno a Manaos, que fue una actitud importante, incluso sin relaciones diplomáticas ¿Cómo impactó esto?
JO: Ese tema tiene dos caras. Una cara humanitaria y una cara política. En lo humanitario, fue una respuesta fundamental porque el oxígeno que llegó de Venezuela, por vía terrestre, y llegó en el momento ideal en que el Estado brasileño no tenía condiciones de dar oxígeno medicinal en el tiempo suficientemente rápido para poder suplir esa necesidad que estábamos teniendo en la segunda o tercera semana del mes de enero del 2021. Fue una ayuda fundamental.
Y en lo político, dejó al gobierno brasileño con mucha vergüenza, porque el gobierno de extrema derecha de Jair Bolsonaro pasó meses y años haciendo campaña política para subir al poder criticando a países que tienen una inclinación más a la izquierda, como es el caso de Venezuela con Maduro. Y, por ese motivo, luego de haber criticado tanto, el gobierno brasileño se vio obligado a reconocer esta derrota política y sanitaria.
UA: ¿Qué vacunas circulan en Brasil?
JO: Por increíble que parezca, Brasil es una de las mayores economías del planeta. Tiene dos industrias de las mayores y de las más importantes de Latinoamérica para producir vacunas, tenemos infraestructura, tenemos técnicos, tenemos científicos, tenemos estudios, ensayos clínicos siendo realizados en el país por diferentes industrias, farmacéuticas, laboratorios y ni así pudimos acceder a una cantidad suficiente de vacunas para la población.
Para que tengan una idea, Brasil hoy tiene menos de 4 por ciento de toda su población vacunada con la segunda dosis de dos vacunas que están circulando en este momento en el país, que son la de Oxford/AstraZeneca y la vacuna china CoronaVac. Tenemos esas dos vacunas en un proceso de vacunación muy lento, que no solamente nos deja con pocas esperanzas para resolver el problema de la epidemia en un corto o mediano plazo, o sea las próximas semanas, los próximos dos meses. Nos preocupa mucho, porque la vacunación lenta puede estar asociada al surgimiento de nuevas variantes.
- Entrevista realizada en Feas, Sucias y Malas, sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica / Colaboración de Lucía Izaguirre y Valeria Rodríguez
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