Volver

Por Gabriel Fernández *

El Volver parece una señal identificatoria de los grandes líderes. Al menos por estos pagos. El mito fundante es evidente, pero luego del gran General fueron surgiendo quienes tras realizar políticas equivalentes en épocas distintas, tuvieron que salir del gobierno. Y más tarde, con entusiasmo, retornar. Argentina, Bolivia, Ecuador van transitando ese sendero.

Y hace pocas horas, Luiz Inacio Lula da Silva brindó su conferencia de prensa en el Sindicato de Metalúrgicos del ABC, en San Bernardo do Campo, cordón industrial de San Pablo. Emocionado, entornado por una multitud gratamente sorprendida, pudo decir “Era consciente de que este día llegaría. Y llegó”. Qué tal.

“Han pasado casi 3 años desde que dejé la sede de este sindicato para ir a entregarme a la Policía Federal. Fui, claro, en contra de mi voluntad porque sabía que estaban deteniendo a una persona inocente”, dijo Lula al iniciar su intervención y tras pedir permiso para quitarse el barbijo rojo.

Entre gritos y saludos contó que “mucha gente se preocupó por mi estado de ánimo”. Era comprensible: “Si hay un ciudadano con razón para sentirse herido por los latigazos que recibió, ese soy yo. Pero no. Sé por lo que pasó mi familia. Pero no; el dolor que siento no es nada ante el dolor que sufren hoy millones de brasileños. El dolor que siento no se parece en nada a lo que sienten los familiares de las casi 270 mil víctimas del coronavirus. El dolor que siento no se parece en nada a lo que están pasando los profesionales de la salud ” aseguró.

Mientras la gente pedía a gritos la renuncia del actual presidente –surgido de una movida anticonstitucional-, el creador de la Central Unica de Trabajadores y del Partido de los Trabajadores rindió un “homenaje a las víctimas del coronavirus” y afirmó que la gestión de Jair Bolsonaro es un “verdadero desgobierno”.

“Un presidente no tiene que decir fake news”, planteó Lula y agregó: “El papel de un presidente de la República es cuidarlos a ustedes, no es incentivar el uso de armas para matar hombres y mujeres”. Con ironía recomendó a Bolsonaro que se entere de que la “tierra es redonda”. Y le propuso que deje de seguir los consejos del ideólogo de ultraderecha, Olavo de Carvalho, un astrólogo considerado gurú del mandatario.

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva recuperó este lunes sus derechos políticos y podrá presentarse como candidato en 2022 pues el juez Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal, anuló todas sus condenas por corrupción. Esto sucede en el momento candente de las filtraciones que revelaron un complot entre el ex juez, Sérgio Moro, y el grupo de fiscales de la Operación Lava Jato en su contra.

El cambio de ambiente judicial reverberó en la Argentina, según informaron Fuentes del Poder Judicial a La Señal Medios. Vale recordar que el modelo seguido en Brasil –jueces maleables y poder mediático- fue semejante al que hasta hoy campea en nuestra tierra. En su alocución, Lula puntualizó “No puedo dejar de agradecer al presidente Alberto Fernández que tuvo la decencia y el coraje, cuando era candidato, de visitarme en la Policía Federal de Curitiba”.

En aquél entonces, año 2019, Lula pidió a Fernández “que no dé entrevistas para no ser perjudicado por la derecha argentina, y él me dijo ´Lula yo no tengo ningún problema con lo que diga la derecha, yo vine a ser solidario contigo´”. Además, realzó, fue “el primero que me llamó” luego de que el Supremo anuló las condenas de Lava Jato.

Tras retribuir los gestos del presidente argentino, el líder de PT agradeció también al Papa Francisco, a Evo Morales y a Pepe Mujica. Y aunque exageró un poco, el clima festivo amparó su conclusión: “fui víctima de la mayor mentira jurídica en 500 años de historia”.

Lo cierto es que ahora muchos saben que Lula fundó el Sindicato Metalúrgico, la CUT, el PT y se presentó a elecciones para mejorar la vida de su gente, y no con el objetivo de garronear un departamento de tres ambientes. A decir verdad, podrían haberlo comprendido antes.

Volver. Esa idea tan atractiva. Ese anhelo tan potente.

El Unasur, empieza a Volver.