Desde el próximo 1 de enero entrará en vigencia el Plan Básico Universal Obligatorio para la telefonía celular y fija, conexión a internet y televisión por suscripción, a un costo que permita el acceso de los sectores de menores ingresos. La pandemia aceleró procesos y dejó en la superficie la necesidad de una política pública para garantizar ese acceso en un momento donde es imprescindible para la vida cotidiana, desde el desarrollo laboral y educativo hasta la posibilidad de contacto con afectos que las medidas de aislamiento social han alejado para prevenir contagios.
Una referencia ineludible en el país en temas vinculados a las telecomunicaciones y tecnologías de la información es Martín Becerra, investigador del Conicet, profesor de las universidades de Buenos Aires y Quilmes en temas ligados a la planificación de la comunicación. Actualmente, asesora a la Secretaría de Innovación Pública de Jefatura de Gabinete nacional como parte de un extenso y nutrido currículum, que también incluye una participación muy activa en las redes sociales donde aborda estos temas. Convocado por el programa Vamos al Frente del gremio FOETRA (telecomunicaciones) en Radio Gráfica dio su visión sobre el Plan Básico Universal en diálogo con Ariel Velázquez y Pablo Suárez.
“La crisis económica, que se agudizó por la pandemia, hace que los servicios de comunicación sean muy cuesta arriba afrontarlos para una parte importante de los argentinos y argentinas, hoy casi la mitad de población está bajo línea de pobreza. Cargar la tarjeta para tener telecomunicaciones al día 15 o 20 del mes se hace complicado”, comenzó contextualizando Becerra con una descripción de la situación socioeconómica de la Argentina.
“Hay dos problemáticas respecto a las telecomunicaciones, por un lado la cobertura y el despliegue territorial de los servicios de conectividad y por otro la asequibilidad. La Prestación Básica Universal apunta a la asequibilidad, a que haya planes básicos. El objetivo de la universalización es viejo como político pública, esto es pasar de las palabras a las cosas, ejecutar políticas públicas concretas y específicas para que haya planes accesibles. Sin acceso se dificulta la atención a la salud, la asistencia a las clases en entornos no presenciales, el contacto con afectos, conseguir o tener laburos y changas”, detalló.
“Esta prestación básica es un cambio copernicano en términos de la obligación que el Estado se plantea a sí mismo y al resto de los actores corporativos y también de la sociedad civil de encarar la cuestión de la asequibilidad. Ha quedado claro que el mercado no resolvió ni es función resolver esto, para eso se necesita política pública”, afirmó.
Becerra agregó al análisis la necesidad de avanzar con políticas para desarrollar las redes que permitan ampliar la cobertura: ”Obliga al Estado a desarrollar políticas complementarias para que haya más servicios”.
Una de esas iniciativas es el Programa de Conectividad para Barrios Populares para el cual se destinarán 1.000 millones de pesos. “Son concursos de asignación de fondos donde se pueden presentar organizaciones sociales, cooperativas que se postulan a financiamiento del Fondo de Servicio Universal que administra el Estado con el cual se comienzan a desarrollar conectividad en lugares donde el sector privado no llega”, explicó.
“Tenés barrios muy dotados de estructura a altos precios y tenés barrios al lado que no tienen conectividad alguna. El sector privado no se hace cargo de esos sectores que son mayoritarios. La pandemia puso ese tema sobre la mesa como nunca antes, ya no se puede desconocer la situación del resto de la Argentina. No contemplarlos en las políticas de conectividad es condenarlos a que no tengan escuela, hospitales ni laburo”, argumentó.
Una reacción de los grandes jugadores del sector de la telecomunicaciones, también con un fuerte peso mediático, fue descargar fuertes críticas sobre el Plan Universal con el argumento de que desalienta las inversiones.
“El planteo de que no va a haber inversiones es alarmismo y, además, falso empíricamente. Ese sector de telecomunicaciones y TIC´s recibió más inversiones de los operadores grandes privados en el momento donde estaba vigente la ley Argentina Digital que definía a estos servicios públicos en competencia. La historia reciente indica que cuando hay una política pública inclusiva se amplía el mercado interno, entonces las condiciones para invertir mejoran”.
“El sector de las telecomunicaciones es muy heterogéneo. Tenés a grandes jugadores altamente concentrados, que llegan casi a acaparar un 95% del mercado. El resto, entre el 5 y el 20% según el servicio. Existe un mercado diverso de 1.200 pymes y cooperativas y en algunas provincias empresas estatales. La realidad económica de estas unidades es muy diversa, dependiendo de la escala”, graficó.
Otro aspecto son los precios, “en los últimos cinco años la grandes operadoras superaron ampliamente la inflación. Los medios afines lo ocultan, pero en marzo volvieron a aumentar entre el 14 y 22%, retrotrajeron algunos pero venían con cuatro años de vía libre que les dio el gobierno de Macri”.
“El gobierno se está sentando con todos los actores (grandes, medianas y chicas), la única opción es dialogar. La postura intransigente de queremos todo como con Macri sin dar nada a cambio y una parte de la Argentina se queda sin servicio por la carestía que tienen, no funciona. La vía es el diálogo”, evaluó Becerra.
LOS DESAFÍOS PARA EL FUTURO PRÓXIMO
“La pandemia deja una situación socioeconómica muy delicada, el desafío por delante es la inclusión. El país necesita desarrollo de conectividad, tenés que integrar a una parte de la población que sin políticas pública se cae de la conectividad”.
“Estimular la competencia, el despliegue y la construcción de nuevas infraestructuras. El desafío es atender todo eso, con la diversidad de actores que tiene el mercado argentino y comprender la razón de cada uno y escalas. Al mismo tiempo las obligaciones inexcusables del Estado argentino con Arsat, con el plan satelital abandonado por el anterior gobierno nacional”.
“Tenés que resolver, también, el gran asunto del 5G con las presiones geopolíticas que existen, ahí hay un terreno que requiere un tiempo que la pandemia no permitió tener. Tenemos los próximos años para generar políticas inclusivas y que den cuenta de la inclusión de nuevas tecnologías”, concluyó.
- Entrevista por Ariel Velázquez y Martín Suárez
- Redacción: Leonardo Martín
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