Por Lucas Molinari y Leonardo Martín
En política el “encuadre” debe hacerlo siempre la conducción, que marca la línea política de una organización y de un gobierno. El acto de este viernes en La Plata, dio cuenta de la necesidad de la unidad y la ratificación del rumbo que votó el pueblo en 2019. Fue el tercer discurso público de Cristina como vicepresidenta y puso los puntos sobre las ies.
CFK hizo primero una reflexión de cómo el mundo quedó “patas para arriba” con la pandemia. Comenzó desde lo internacional, sin nombrarlo aludió a Trump como esos líderes mundiales que “pensaban que tenían la vaca atada y la reelección asegurada” y “chau”… Recordó a Einstein cuando decía que la cuarta guerra mundial sería a los piedrazos. Una manera de decir, como ya ha planteado el Papa, que este sistema no aguanta más.
De allí que tener “perspectiva histórica” para CFK es poder analizar lo mundial, y su discurso fue desde esa mirada global de una crisis sin precedente para dar cuenta de nuestros desafíos.
Marcó la agenda. En primer lugar, afirmó que es fundamental ir hacia un sistema de salud integrado. Al escucharla, pensamos en la prédica permanente del Dr. Jorge Rachid, entre otros, por volver al sistema solidario que se creó con Ramón Carrillo y se des-estructuró en los ´90. Porque “dicen los que saben y las características del mundo nos hacen pensar que tal vez vengan otras pandemias”, explicó Cristina.
En segundo lugar se refirió a la economía: “Sergio (Masssa) decía muy bien que la economía va a crecer en el 2021, pero ojo, yo no quiero que ese crecimiento se lo queden tres o cuatro vivos nada más”, dijo y propuso “alinear salarios, jubilaciones, precios, sobre todo los de los alimentos y tarifas”. Repuso lo que sabemos pero muchos funcionarios olvidan, que el mercado interno representa el 70% de la actividad económica.
“No estoy diciendo nada que no se pueda hacer, doce años y medio lo hicimos en la República Argentina, y por eso, además de por la unidad, volvimos. No nos olvidemos de esto, porque si uno no sabe cómo llegó es probable que no sepa tampoco cómo ir”, marcó la cancha la vicepresidenta.
Y se metió con el tema exportaciones, es decir con el manual de funcionarios cuya consigna este año fue “exportar, exportar y exportar” para conseguir dólares, a un costo que es necesario debatir.
Recordó Cristina los ROE, el “Registro de Operaciones de Exportación”, una política de su segundo gobierno por la cual Augusto Costa (que era Secretario de Comercio a nivel nacional y hoy tiene ese puesto en la Provincia de Buenos Aires) y Axel Kicillof tienen una causa judicial en su contra.
“Porque claro, los argentinos podían comer carne no sólo porque tenían trabajo y salarios sino porque además cuidábamos la mesa de los argentinos, tomando medidas que obviamente a algunos sectores le parecen antipáticas, autoritarias… Y ya sabemos que cuando a los poderosos algunas cosas le parecen antipáticas, intervencionistas o comunistas, cuando no nos pueden parar ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados, se van a los juzgados”, declaró CFK.
Un discurso que va en línea con la contradicción “peronismo vs desarrollismo” que venimos marcando como medio. La vicepresidenta repuso el encuadre de debate para propios y ajenos, con el poder de su palabra que luego veremos cómo juega en el marco del quehacer del Estado en relación con las organizaciones libres del pueblo.
El tramo final de su intervención quedará para la historia: habló del “lawfare” que busca “disciplinar” a la dirigencia política y se dirigió a sus pares: “a todos los ministros y las ministras, a todos los legisladores y legisladoras” que “no se animan o tienen miedo” a “que se busquen otro laburo”, porque este “es para defender los intereses del pueblo”.
Antes Máximo Kirchner había cerrado su discurso pidiendo “dejar afuera las miserias de la política” y “los que vinieron a especular lo mejor que pueden hacer es irse a armar otro espacio político”.
Ahora bien, ¿alcanza con este encuadre? ¿sólo se trata de funcionarios que funcionen? ¿Cuál es el rol del movimiento obrero y popular? Este viernes charlamos con Pablo “Mono” Lombardi del sindicato de Canillitas y la CGT Regional Oeste que dejó una reflexión: “Nosotros decíamos que íbamos a volver mejores, pero volver mejores es tomar conciencia de eso. No puede estar la lucha individual por delante de lo común. Hay que entender las implicancias prácticas que esto tiene. Está bien que peleemos contra las patronales en la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de cada uno de los trabajadores, pero que hay que entender que eso tiene límites objetivos. La agitación y el desarrollo de esa fuerza es un plan político”.
ACEITEROS. ¿Cómo pensar el discurso de Cristina en el conflicto de Aceiteros? ¿Será que Claudio Moroni no pone la firmeza necesaria o tiene miedo? El lunes 15 de diciembre hubo una negociación que duró diez horas en el Ministerio de Trabajo de Nación de la que el ministro no participó. El saldo fue el no acuerdo porque las empresas transnacionales, intransigentes, sólo ofrecían migajas.
El otro resultado fue que se profundizó la unidad obrera. Se sumó al conflicto el sindicato de aceiteros de San Lorenzo que dirige Pablo Reguera que no está en la Federación liderada por Daniel Yofra, que ya en octubre había logrado articular el reclamo con URGARA, los recibidores de granos.
El plan de lucha gremial empezó en octubre con una huelga y se dictaminó la conciliación obligatoria. Luego hubo otra huelga de 24 hs a principios de diciembre. Sin ofrecimiento empresarial alguno, se inició otro paro de actividades que hoy domingo lleva doce días. Son miles de dólares que las empresas deben pagar por día por los barcos parados en el Paraná y en alta mar. El estacionamiento de vagones en los 22 puertos argentinos están atiborrados de granos para ser exportados. “Las patronales buscan ir por todo para disciplinar a los trabajadores”, explican desde Aceiteros.
Es un conflicto de alto voltaje. Porque Argentina necesita los agrodólares que las corporaciones retacean en base a lograr más beneficios. Este año Alberto Fernández junto a Martín Guzmán aceptaron una baja de retenciones. Una medida que ha criticado con fuerza un economista que solemos consultar, Horacio Rovelli.
Gustavo Idígoras es la cara visible de la CIARA, cámara de la industria aceitera. Su aparición pública es cada vez mayor porque expresa el Consejo Agroindustrial que busca en alianza con el gobierno conducir el proceso económico presente y futuro.
Pero detrás suyo están quienes para Daniel Yofra “cortan el bacalao”. Hablamos de Cargill, Bunge, Glencore, Dreyfus, AGD, COFCO, Molinos Río de la Plata y años atrás estaba Vicentin, hoy casi en quiebra.
El eje de la pulseada no es la plata que pide la pata sindical sino el poder. Están queriendo una derrota obrera que sea una muestra para el conjunto de los trabajadores. Al mismo tiempo que extorsionan al gobierno que sin embargo parece renovar la confianza en este gran empresariado, lo que Yofra definió como “durmiendo con el enemigo”.
Daniel Yofra en diálogo con Gráfica propuso que “si al gobierno le interesa saber (si pueden pagar la recomposición salarial) pidiéndole los balances quizá se van a enterar de otras cosas”. Es decir, que van a poder dar cuenta que pueden pagar un buen aumento y a la vez conocer en números la problemática de la triangulación.
Porque Vicentin es un botón de muestra. El macrismo des-estructuró los pocos controles que tenía el Estado para saber qué y cuánto se exporta, por ejemplo, el rol hoy casi inexistente del SENASA.
El antecedente es el paro de 25 días del 2015. En aquel entonces el ministro de Trabajo era Carlos Tomada que “estuvo desde el primer día en las reuniones”, comentó Yofra. Un largo conflicto que terminó con una conquista obrera ya que se logró el aumento salarial pero los dirigentes no dejaron de analizar el verdadero objetivo patronal: “era un mensaje para el futuro gobierno que podía ser Scioli o Macri y en los años que siguieron ellos lograron avanzar mucho”, explican desde el gremio.
La gran pregunta es ¿Qué pasa con la CGT? Insistimos con este interrogante, porque la fuerza de la unidad sectorial tendría otra potencia con la central obrera apoyando o al menos pronunciándose.
¿Qué exige la Federación de Aceiteros? “Desde hace once años venimos con el planteo del salario mínimo, vital y móvil de acuerdo a la definición de la ley de contrato de trabajo y el 14 bis de la Constitución”, explicó Yofra. El salario inicial en esa actividad en octubre del 2020 fue de $68.678 y según el cálculo del sindicato debería haber estado en $86.337, en noviembre en $89.618 y en diciembre en $92.128. Son cálculos de acuerdo a los índices de costo de vida del INDEC, para que asegure a los trabajadores “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”, reponen desde el gremio aceitero recordando el decreto que firmó Perón en diciembre de 1945. En ese sentido, “que el movimiento obrero haya olvidado mayormente ese reclamo y se limite a hablar de canastas o inflación es uno de los triunfos de las dictaduras y el neoliberalismo”, añaden desde Aceiteros.
Veremos cómo continúa este conflicto gremial y político y quedan los interrogantes ¿El gobierno va a ceder a la exigencia de las empresas agroexportadoras de bajar las retenciones por diez años? ¿Qué pasará finalmente con Vicentin? ¿La futura CGT tomará el planteo de ver los libros de las empresas monopólicas? ¿Los aceiteros y recibidores de granos ganarán esta pulseada?
ESTATALES. Después de 14 años de no firmar en conjunto, UPCN y ATE acordaron este miércoles con el Gobierno un aumento del 25 por ciento en los haberes estatales, al sumar un 18 por ciento en tres cuotas que se pagarán entre febrero y mayo próximo y un bono de fin de año de 4.000 pesos con los sueldos de diciembre. Este incremento del 18% cierra la paritaria del convenio colectivo de trabajo del empleo público, y se suma al 7 por ciento dispuesto en octubre último y, de esa forma, alcanza el 25%. El aumento será efectivo en tres cuotas (4% en febrero, 6% en marzo y 8% en mayo), a las que se sumará un bono de 4 mil pesos para fin de año para los salarios de hasta 60 mil pesos brutos. Asimismo, se acordaron otros puntos: a) Sostener la suma fija de 4000 pesos otorgada mediante Decreto 56/20 hasta diciembre 2021. b) Presentismo: el aumento del 25 por ciento también se aplicará al monto del Premio Estímulo según el acrecentamiento salarial. c) Lactarios: Se dispondrá como nuevo derecho el uso de espacios exclusivos para la extracción y conservación de leche materna.
Por otro lado, esta semana hubo un anuncio importante tras los despidos masivos de empleados públicos durante el macrismo. El gobierno se comprometió a generar las condiciones para el acceso a concursos para la planta permanente a 29 mil estatales contratados desde hace más de cinco años. A cargo de esta política está Ana Castellani que es la Secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación.
Se estima que en la Administración Pública Nacional hay unos 180 mil trabajadores en total de los 20 ministerios y los organismos descentralizados, de los cuales 50 mil dependen de contratados anuales, a quienes está destinada esta política.
En diálogo con Gráfica el dirigente de ATE Nacional y virólogo del Instituto Malbrán, Flavio Vergara, expresó: “La estabilidad es un valor muy importante. Se entendió lo que había sido un error político antaño y se comprendió la necesidad de regularización de los trabajadores que están hace tantos años sin estabilidad”.
TARIFAS. Importantes anuncios esta semana. Por un lado, el Gobierno emitió un DNU para congelar por noventa días más, hasta mediados de marzo las tarifas de luz y gas, quedando los entes reguladores a cargo de la renegociación del cuadro tarifario con las privatizadas.
El titular de APSEE, Carlos Minucci, festejó la medida ya que confió en que se apunta a definir en 2021 con “criterios de equidad distributiva y sustentabilidad productiva”.
Es lo pidió CFK el viernes en La Plata, sabemos que el modelo kirchnerista tuvo como clave tarifas bajas, que el macrismo vino a revertir.
Rápidamente desde los medios de la antipatria publicaron que Cristina había impuesto su criterio, por los funcionarios que están en los entes reguladores. Desde aquí decimos, ni más ni menos que cumplir con el “contrato electoral”.
El otro anuncio tuvo que ver con la reglamentación del decreto 690 que regula el precio de la telefonía fija, móvil, internet y TV por cable. Se anunció desde el ENACOM la Prestación Básica Universal Obligatoria, que las empresas deberán ofrecer desde el 1 de enero. Está orientada a 10 millones de compatriotas y extiende para estos servicios el concepto de “tarifa social”, al que también podrán sumarse instituciones de “bien público”.
Para el resto de los planes habrá aumentos que comenzarán en enero con un 5%. Este método de apuntar los planes hacia los sectores de menor ingreso parece ser una fórmula que va a repetir el gobierno para los servicios públicos.
PÁGINA/12. El empresario Víctor Santa María, a la vez dirigente sindical, tiene en Grupo Octubre varios medios. El más importante es, sin duda, Página/12, donde hay un paro en curso hasta el 25 de diciembre. La edición impresa no está saliendo a la calle y en la web se ve poca producción, salvo algunas “plumas” que no se pliegan al reclamo colectivo. No es nueva la puja gremial en ese medio con protagonismo de SIPREBA, sindicato de prensa de Buenos Aires.
Ana Paoletti, trabajadora del diario, en diálogo con Gráfica afirmó que “hasta el día de Navidad vamos a realizar un paro porque la situación salarial es estrepitosa”. Repasó que sus sueldos “en 2016 estaban 35% por encima de la canasta básica y hoy están 19% por debajo. Es una situación muy difícil vivir con estos salarios”.
Al conflicto salarial, se suma “la situación de los trabajadores precarizados: los que facturan, durante 3 años y pico, no recibieron ningún aumento. Para los colaboradores, el porcentaje de aumento es menor al nuestro”, denunció la periodista.
YAPA, IMPRIMIENDO HISTORIA. La Gráfica logró instalarse en estos quince años en el mapa de medios porteños/nacionales. A través de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), impulsa una agenda propia que necesita ser potenciada. De allí que la lucha por una política de medios nacional y popular, desde el Estado era y es una necesidad histórica. Una deuda pendiente porque por ejemplo la pauta publicitaria sigue concentrada por los medios antinacionales que, además, no respetan el estatuto del periodista.
Con pocos recursos económicos, Gráfica logró sumar compañeros y compañeras para desarrollar un medio radial y un portal de noticias que se planta desde el Pueblo y desde el Sur. El Panorama sindical es una herramienta más para dar debates en los que no sólo creemos sino que de los cuales somos parte.
Discusión acerca de esta noticia