Por Carlos Aira *
Recordando a Diego. También investigando la trayectoria del futbolista más importante de todos los tiempos. La invocación inmediata a sus orígenes profesionales. Argentinos Juniors, el humilde cuadro de barrio que se convirtió en semillero del mundo. Su semilla más importante fue el cebollita genial de Fiorito. ¿Pero como fue aquel Diego que deslumbró a todos entre 1976 y 1980?
No fuimos al sobre de archivo, a las revistas y diarios añosos. Tampoco a los pocos videos que demuestran un talento sin par. En Abrí la Cancha entrevistamos a testigos de su tiempo. Testimonios en primera persona.
Javier Roimiser, encargado de Historia de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, explicó en Radio Gráfica “Maradona fue único. Jugó en Argentinos Juniors siendo un pibe de colegio secundario, porque debutó con 15 y se fue con 19. A lo cual hay que agregarle su condición social, cultural y económica. Los padres hacían milagros para mantener la familia. Diego contó muchas veces que Doña Tota, su madre, simulaba dolor de panza por las noches para que sus hijos comieran”.
Doctor de profesión, el investigador entiende que su colega Roberto Paladino fue fundamental en la vida de Maradona: “Fue quién acomodó nutricionalmente a Diego. Le permitió recuperar contexto físico. Maradona no tuvo de chico una nutrición completa y variada. Uno puede comer todos los días, pero si no come bien, no se nutre. Diego, que vino de un lugar muy pobre, no comió bien. El doctor Paladino logró consensuar todo eso y por eso Maradona recuperó en lo físico lo que había regalado de pibe en lo nutricional”.
El Doctor Roberto Paladino fue fundamental en la vida de Diego. Fue quién acomodó nutricionalmente a Diego. Le permitió recuperar contexto físico. Maradona no tuvo de chico una nutrición completa y variada. Uno puede comer todos los días, pero si no come bien, no se nutre. Diego, que vino de un lugar muy pobre, no comió bien
Miércoles 20 de octubre de 1976. Argentinos recibió a Talleres por el campeonato Nacional. Debut de Diego Maradona. Roimiser nos pintó un cuadro de época: “En los registros de AFA se vendieron 7.737 entradas. Muchas para un miércoles a las cuatro de la tarde, más en una época durísima del país. Hubo mucha gente que entró gratis al ser socia. Recordemos que la vieja cancha era de madera. Tenía tres tribunas porque no había nada sobre la calle San Blas. Boyacá tenía la platea central y dos populares en los costados. Juan Agustín García era toda popular muy bajita. Gavilán era popular visitante. Como máximo ingresaban cerca de 18.000 espectadores. En el debut de Diego, habría algo así como 10.000”.
Roimiser explicó como cambió la vida del club con la explosión de Diego: «Argentinos entrenaba con una sola pelota. Si se pinchaba, se acababa la práctica. Los futbolistas hacían fuerza subiendo y bajando los tablones. La ropa de entrenamiento era la que traían de casa. Pero con Diego todo cambió. En 1977, Argentinos firma el primer contrato de ropa deportiva. Fue con Depor Hit, una marca de aquellos días que tenía un logo particular que simulaba un infinito. Ese contrato, y otros que llegaron, permitieron que Argentinos Juniors tuviera un cambio en su lógica de entrenamientos. También se terminó armando un Argentinos para rodear a Maradona sabiendo que él era la figura. Por estas razones, entre 1977 y 1980, el club no escuchó la palabra descenso».
En 1977, Argentinos firma el primer contrato de ropa deportiva. Fue con Depor Hit, una marca de aquellos días que tenía un logo particular que simulaba un infinito. Ese contrato, y otros que llegaron, permitieron que Argentinos Juniors tuviera un cambio en su lógica de entrenamientos. También se terminó armando un Argentinos para rodear a Maradona sabiendo que él era la figura.
Hugo Lencina fue uno de los periodistas que siguió más de cerca las primeras giras de Diego Maradona. En aquellos fines de los 70s realizó la cobertura de la Selección Argentina para la agencia TÉLAM. Entrevistado en Abrí la Cancha, el Negro recordó: “Mi primer contacto con Maradona fue en 1977, cuando lo convocó Menotti para la Selección. Recuerdo haberlo entrevistado en la quinta de Natalio Salvatori, donde concentraba la Selección. Mantuvimos una muy buena relación que me permitió tener una anécdota que demuestra la personalidad que siempre tuvo Diego. En 1979, la Selección realizó una gira internacional por Europa. En Viena pautamos una entrevista para la agencia. Estábamos hablando en una escalera del hotel cuando se acercó alguien de la embajada argentina y le avisó a Diego que alguien del gobierno austriaco quería conocerlo. Diego lo miró y le dijo: le prometí la nota a él, termino y lo recibo. Una personalidad enorme porque tenía sólo 19 años”.
Por su parte, José Luis Ponsico, otro veterano del periodismo deportivo, recordó una anécdota que pinta a aquel Diego de La Paternal: “En 1980, Argentinos Juniors recibió a San Lorenzo de Mar del Plata. Alguien de la editorial Perfil me aconsejó que dos horas antes del partido vaya al cruce de Alvarez Jonte y Gavilán porque iba a presenciar un espectáculo único. Me encontré con una caravana que salía desde la casa de los padres de Maradona, que Argentinos compró con el contrato de Austral. Diego, vestido con bermuda y remera, se subió al asiento de acompañante de un Taunus negro. Atrás Jorge Cyterspiller. Había no menos de mil personas en la calle. Hasta señoras que le arrojaban flores. Diego, con los pies arriba del tablero del coche, saludaba a todo el mundo”.
“Esa tarde, Diego la rompió. Hizo de todo. Argentinos Juniors goleó 6 a 0 y Diego hizo un gol sensacional. El arquero de San Lorenzo de Mar del Plata era la Pantera Rodríguez, que estaba dos pasos adelante del punto de penal. Diego la recibió en posición de 8. Sin mirar, giró y tiró un zurdazo combado que recién comenzó a caer en la espalda de la Pantera. La gente se volvió loca porque Diego ya era una adoración“.
En 1980, antes de los partidos en La Paternal, salía una caravana desde Alvarez Jonte y Gavilán, casa de los padres de Diego. Más de mil personas en la calle y señoras que le tiraban flores. Un espectáculo único”.
“El año 1980 de Maradona fue fantástico”; señala Ponsico, quién agregó: “Diego produjo que se vendieran medio millón de entradas más que en 1979. Era gente que sólo quería verlo a él. Por eso hay que señalar el impacto social que generó Diego en el fútbol argentino, tan sólo comparable a Bernabé Ferreyra en 1932“.
“En 1980, Argentinos Juniors le hizo 4 goles a River en cancha de Atlanta y 5 goles a Boca en Vélez, la famosa tarde de los 4 goles de Maradona a Gatti. Cuentan que la noche anterior al partido, el Zurdo López, entrenador de Argentinos, le acercó a Diego el diario La Prensa con Hugo Gatti declarando que Diego era un gordito. Cuando lo vio Maradona le dijo al entrenador: no se haga problema maestro, mañana le hago cuatro goles. Fue una tarde increíble de Diego. Con un gol de antología, porque ese que le clava a Gatti casi desde el ángulo del córner derecho es sólo para elegidos. Gatti creyó que iba al primer palo y cuando se dio cuenta tenía la pelota cada vez más lejos”, expresó Ponsico en Abrí la Cancha.
“Alguna vez, Rubén Suñé me dijo que en la charla técnica de aquel partido, Rattín dispuso marcar en zona. Ribolzi le dijo: “Rata, a Diego lo toma el Chapa o yo? Rattín le respondió: “Maradona la está rompiendo, pero no nos volvamos locos. Lo tomamos en zona”. Suñé me dijo: “Sólo pudimos verle la espalda. Siquiera hacer un foul”.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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