El fallecimiento de Diego Maradona ha sido un golpe difícil de asimilar. El 10 ha atravesado la vida de los argentinos en los últimos 44 años en forma intensa y determinante. Lejos de sociólogos y antropólogos, en Abrí la cancha entrevistaron al dirigente deportivo Víctor Lupo, quién trazó un semblante popular de Diego ligado a la fe y el encuentro.
“Se fue el poeta. El artista más grande que tuvo nuestra nación. En 2004, en un homenaje que se realizó a Amadeo Carrizo en el Senado de la Nación, donde tuve la oportunidad de decirle a Diego que había sido el mejor artista porque hizo vibrar con la pelota en los pies las fibras más íntimas de los argentinos. Porque Diego fue eso. Como dice el gran poeta tucumano Mario Cabrera: cuando un hombre llama, el pueblo responde”
Diego Maradona. El hombre de las periferias que siempre tuvo claro el lugar del mirador. Lupo analizó el rol que ocupó Diego: “Diego nunca dejó de ser el hijo del pueblo. El artista de Fiorito. Siempre tuvo claro su origen en las periferias y su condición política y social. El declaró que su papá era peronista y su mamá amaba a Evita y por eso el siempre fue, era y sería peronista. Con esa declaración se puede comprender el abrazo de amor que se dio con el Papa Francisco luego de estar tantos años alejado del Vaticano y declaró ser el primer hincha de Francisquito”.
Un tema insoslayable en la vida de Maradona fue su encuentro con el Papa Francisco. Lupo consideró aquel encuentro como una parábola genial: “Diego fue el hijo pródigo pidiendo perdón para estar en compañía del padre. La parábola del Padre Francisco recibiendo al hijo pródigo sin preguntarle donde había estado, que había hecho o pecados había cometido. Sino abrazándole y haciéndole una gran fiesta por el encuentro. Por estas cosas Diego fue un hombre distinto. En las acciones y el pensamiento. Fue un rebelde que defendió las causas que pocos quisieron defender”.
El declaró que su papá era peronista y su mamá amaba a Evita y por eso el siempre fue, era y sería peronista. Con esa declaración se puede comprender el abrazo de amor que se dio con el Papa Francisco luego de estar tantos años alejado del Vaticano
Para Lupo, Maradona fue un hombre distinto en sus pensamientos y acciones y recordó una anécdota del año 1995: “Antes de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, los deportistas argentinos hacían siete meses que no cobraban las becas. Estaban reclamando y limpiaban parabrisas en la 9 de Julio. Deportistas de la estatura de Sergio Turiace o Gabriela Sánchez, capitana del hockey femenino antes de transformarse en Leonas. Diego se acercó sólo y los apoyó. Recuerdo un acto en el Club Italiano, en avenida Rivadavia, donde Diego hizo presencia sin importarle quienes estuvieran en el poder. Por eso siempre digo que Maradona fue el más profesional del fútbol profesional y el más amateur del deporte argentino“.
Diego logró que en su despedida los distintos colores del fútbol argentino se reencontraran. La Cultura del Encuentro: “Maradona siempre tuvo una profunda rebeldía contra los poderosos. Era el Cid Campeador luchando contra las corporaciones. En México quiso parar el fútbol porque se jugaba al mediodía. Armó el Sindicato de jugadores y siempre peleó contra el poder. El pueblo le reconoció ese liderazgo. A veces se equivocó, como no hacerlo si somos humanos y tenemos contradicciones. Pero el Diego es la síntesis de esa religiosidad popular que hoy levantan los curas villeros, como el padre Pepe Di Paola. Fue la pérdida del hijo pródigo que cometía errores y era perdonado, porque si había que defender al pueblo, Maradona nunca esquivó esa responsabilidad”
Pero el Diego es la síntesis de esa religiosidad popular que hoy levantan los curas villeros, como el padre Pepe Di Paola
Para cerrar, Lupo recordó que en 1991 la revista El Gráfico puso en portada una imagen muy triste de Diego Maradona. Luego de esa tapa, cayeron las ventas. Editorial Atlántida contrató una consultora y la respuesta fue que los lectores no querían ver esa imagen de Maradona. El titular del MSD expresó: “Los argentinos querían ver reflejadas en las páginas de la revista las hazañas de Diego y no una cama del poder para sacarlo esposado de una casa. El olfato del pueblo nunca se equivoca. La dirigencia política no cree que el pueblo no se equivoca. Así terminó la revista El Gráfico y quienes mienten”.
“Diego se fue saludado por el pueblo. No fue una gran fiesta por una falla organizativa muy grande. Pero siempre tendrá una flor en el cementerio como la hay para Evita y el General Perón“.
- Entrevista realizada por Carlos Aira y Nehuén Ríos en Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs).
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