El presidente Alberto Fernández, tras consultar con sus equipos de Salud y con gobernadores de varias provincias resolvió anunciar la extensión de la cuarentena. La comunicación al pueblo argentino, amparada en datos sanitarios precisos, será planteada este jueves con el objetivo de frenar la ola de presiones mediáticas, empresariales y opositoras para cesar el aislamiento social y las medidas preventivas frente al coronavirus.
Por Gabriel Fernández *
Según las informaciones suministradas a Radio Gráfica, el titular del Poder Ejecutivo decidió prolongar la medida sanitaria dos semanas más. La intención oficial radica en la necesidad de bloquear los posibles contagios desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hacia la provincia lindera y fue resuelta hace pocas horas, cuando se corroboró que una mayoría de la ciudadanía respalda la acción gubernamental.
Las discusiones sobre el formato de la nueva etapa de cuarentena son protagonizadas ahora por las autoridades nacionales, y los gobiernos de Ciudad y Provincia. Se trata de miradas distintas aunque todos se cuidan para no sacar las diferencias a la luz. Funcionarios porteños deslizaron esta mañana que tienen un plan para reabrir comercios de indumentaria y zapaterías. También para habilitar actividades deportivas en espacios públicos y para que los pibes estén más horas en la calle.
Esta tarde Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta concretarán una reunión clave para la adopción de una decisión unificada. Hasta el presente ambos dirigentes, junto al mandatario bonaerense Axel Kicillof, se mostraron juntos durante los anuncios. La ronda de consultas continuará el jueves por la mañana con un nuevo encuentro del jefe de Estado con los infectólogos y sanitaristas. A las 19 enfrentarán a los medios para dar cuenta de las determinaciones.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, planteó que la curva de contagios había evolucionado en forma positiva en los barrios vulnerables. Pero su par provincial, Daniel Gollán, contrarió su optimismo: “Si levantamos la cuarentena y se dispara el número de contagios, a mediados de julio no nos alcanzarán las camas disponibles”. Las observaciones de cada funcionario merecieron el respaldo de sus jefes distritales.
El adelantamiento de la conferencia presidencial no es ajeno a la intensa campaña comunicacional destinada a la ruptura de la cuarentena. Resulta visible que las empresas monopólicas intentan canalizar las dificultades económico sociales identificándolas con lo que llaman “la economía”. Sin embargo, por un lado circulan las exigencias populares para una mejor distribución de los recursos y por otro las necesidades empresariales para sostener la tasa de ganancia y a la vez debilitar la gestión del Frente de Todos.
Entre los sanitaristas, pudo saber este medio, tienen influencia las experiencias de otros países. “Aquellos que abren y cierran erráticamente sus cuarentenas no logran una baja continua de su número de contagios. Las decisiones aleatorias de prevención no permiten un seguimiento claro y cuando suponen que empiezan a controlar la expansión del virus, los números vuelven a saltar. No tiene sentido por un par de semanas tirar por la borda el esfuerzo colectivo realizado por el pueblo argentino” afirmaron.
Mientras tanto, el movimiento obrero organizado y las organizaciones sociales insisten en un equilibrio complejo: apoyar la política sanitaria oficial, exigir el cese de los despidos y suspensiones y solicitar la sanción de una ley que permita al Estado recaudar fondos de las zonas más enriquecidas de la sociedad. Los representantes consultados señalaron que respaldan la continuidad de la cuarentena pero que ya es hora de “meter mano donde sí hay dinero”, porque el tiempo avanza y esas medidas brillan por su ausencia.
- Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal











Discusión acerca de esta noticia