Lo adelantamos en Abrí la Cancha: la Asociación del Fútbol Argentino bajaría a dos los descensos en la temporada 2019/20. Las razones formales y las reales. Una análisis a fondo de una AFA que busca su reestructuración.
Por Carlos Aira*
Lo adelantamos el último domingo en Abrí la Cancha: la Asociación del Fútbol Argentino dispondría dos descensos para la temporada 2019/20 del campeonato de Primera División. También habrá una Promoción entre el tercer peor promedio de Primera y el perdedor del reducido del Nacional. A días del final de la temporada, se producirá un cambio de reglas histórico. Propio de otras épocas del fútbol argentino. ¿Importa a AFA? Ni un poco: el costo lo pagará la moribunda Superliga.
Existen razones formales para el cambio de reglas. De mantenerse la idea de tres descensos en Primera División, el campeonato 2020/21 de Primera División y Primera Nacional tendría número impar de participantes. De no cambiar el sistema de ascensos de las categorías inferiores, quedarían un equipo libre todos los fines de semana en las dos máximas divisiones del fútbol argentino. Una excusa con bastante sentido.
Existen razones formales para el cambio de reglas. De mantenerse la idea de tres descensos en Primera División, el campeonato 2020/21 de Primera División y Primera Nacional tendría número impar de participantes
Superliga abusó del paraguas que le brindó el poder real. Eso generó antinomias profundas. Uno de los puntos fueron los descensos. La temporada 2017/18 fue la primera organizada por Superliga. 28 equipos participaron del campeonato. Los CEOS plantearon la necesidasd de descensos masivos. Hubo posiciones extremas, como la de Gustavo Fassi, presidente de Talleres de Córdoba. El vicepresidente de la Corporación Pachuca pidió diez descensos (los mismos que ascendieron en 2015, con el campeonato de 30). Finalmente, durante tres temporadas, cuatro equipos perdieron la categoría cada año. Hasta que hubo un gran problema.
A mediados de 2019, AFA quitó el descenso en todos los campeonatos organizados bajo su órbita. La Superliga organizó un campeonato de 24 equipos, de los cuales la mitad tenía complicada su permanencia. Clubes con historia y altos presupuestos: Rosario Central, Newells, Gimnasia, Estudiantes de La Plata, Banfield, Lanus entre otros. Ya no estaban los condenados al cadalzo, ascendidos en 2015. Cuatro descensos con tantos pesos pesado, el campeonato era una bomba de tiempo.
Los dueños del fútbol desde 2016 quisieron borrar cualquier vestigio de gratuidad. Su obesión llegó al paroxismo codificando el aburrido fútbol de verano. La realidad es que los niveles de audiencia son muy bajos. La mayoría de los clubes padecen la estrategia de la TV. ¿Por qué? No sólo porque el dinero no alcanza. La publicidad estática y en las camisetas fue a la baja debido a los niveles de audiencia.
El lobby funcionó. Una semana antes del inicio de temporada, se deslizó la posibilidad de un campeonato sin promedios. Imposible. Finalmente, la muñeca de Daniel Angelici consiguió que hubiera tres descensos. Nadie pensó en la próxima temporada. Todo era un parche, incluido los promedios en la Copa de la Superliga. Por eso era necesario terminar esta situación antes del final de temporada, con 33 puntos promedio en juego durante la Copa.
Otro tema sensible es la televisación. En las últimas semanas hicimos hincapie en Abrí la Cancha: el sistema utilizado entre 2017 y 2020 está agotado. Nunca antes, el pueblo argentino tuvo tan poco acceso al fútbol. Un poco de memoria: durante la primera etapa del fútbol codificado (1991-2009), el partido pago era tan sólo uno. El más importante de la fecha. El resto era televisado por la pantalla de cable de TyC. Los dueños del fútbol desde 2016 quisieron borrar cualquier vestigio de gratuidad. Su obesión llegó al paroxismo codificando el aburrido fútbol de verano. La realidad es que los niveles de audiencia son muy bajos. La mayoría de los clubes padecen la estrategia de la TV. ¿Por qué? No sólo porque el dinero no alcanza. La publicidad estática y en las camisetas fue a la baja debido a los niveles de audiencia.
A partir de la próxima temporada, la TV Pública televisará entre tres y cinco de los doce partidos de Primera División. Es posible que otros sean proyectados por cable sin codificar. Esto no significa el regreso de Fútbol para Todos. AFA tiene una agresiva estructura de negocios donde el estado puede ser socio, pero nunca el único dueño de los derechos de televisación.
AFA ganó su guerra y actua en consecuencia. Superliga y sus socios pagan los costos del conflicto. Claudio Tapia demostró ser un dirigente versatil. Los enemigos de ayer son los socios de hoy. Diego Maradona fustigó a Tapia en su momento. Se reencontraron en septiembre pasado en el Predio de AFA en Ezeiza. Comieron un asado y firmaron la paz. En enero volvieron a verse en Ezeiza. El abrazo fue más franco. El presidente declaró: “Siempre es lindo verte Maradona, trabajando, disfrutando, feliz. Acá en el predio de AFA. Ezeiza que es tu casa”.Algunos dirigentes ven con mucho agrado un eventual festejo de Diego Maradona.
Pregunta para mañana: ¿Se mantendrá en el tiempo una Primera División de 24 equipos? ¿Tendrá descenso con promedio el próximo campeonato de Primera División, organizado nuevamente bajo el paraguas de AFA? ¿Volverán las Promociones? La gran reestructuración de AFA está en marcha.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.














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