El actor Gustavo Berger, protagonista del unipersonal Un Rubio Peronista, estuvo en “Queda la palabra”, conversando con Guillermo Quiroga sobre un show que ya lleva 8 años consecutivos en cartelera, con gran éxito de público.
Gustavo Berger estuvo por primera vez en “Queda la palabra” allá por el 2012. Por aquellos días, Gustavo presentaba un show cuya expectativa no era mucha, según nos cuenta él mismo: “Me conformaba con hacer 12 funciones. Recuerdo la primera, a la que asistieron 47 personas, entre parientes, amigos y conocidos; a la segunda presentación fueron 12; a la tercera, 8… Pensé que eso se terminaba ahí, pero a la cuarta función fueron 60 personas, la mayoría desconocidas para mí. Había empezado a funcionar el “boca a boca” y terminamos haciendo 100 funciones, ese año, en La Manzana de las Luces, siempre a sala llena”.
Ese fue el comienzo de un espectáculo que hoy ha superado largamente las 1.000 presentaciones y sigue convocando a muchísimo público, con la particularidad de hacerlo “a la gorra”: “La premisa, desde el principio, fue que nadie se quedara afuera y que yo pudiera mostrar lo que hacía -dice Berger-. Creo que el secreto del éxito también tuvo que ver con esa modalidad de actuar a la gorra, para que nada impidiera que la gente se acercara a ver el show. Obviamente, en estos últimos años de macrismo, se hizo más difícil sostenerse, pero la idea es continuar con este esquema, al menos en las presentaciones que no sean en el interior del país”.
En cuanto al contenido del espectáculo, al tratarse de humor político, ha sufrido muchas modificaciones, al punto de que ya no queda ni un sólo párrafo de aquel show inaugural: “El monólogo va cambiando constantemente, la actualidad se impone -nos cuenta Gustavo Berger-. Voy reescribiendo el libreto, quitando y agregando chistes, lo cual hace que los cambios sean casi imperceptibles, pero si comparás un show de hoy con uno de hace algunos años, es totalmente distinto”
Tras cuatro años de macrismo, “Un rubio peronista” vuelve a ser oficialista. Gustavo Berger nos dio su impresión sobre estos primeros pasos de Alberto Fernández en la presidencia: “Estoy expectante; mi sensación es que le pusimos mucha euforia a llegar, a ganar las elecciones, y ahora vemos que no es tan sencillo, que no nos terminamos de enamorar de Alberto todavía, que te gastaste toda la guita en la fiesta de casamiento y ahora empieza el matrimonio y decís ¡Ah, esto era convivir! Pero, obviamente, mi apoyo es incondicional”. Y, si bien el rubio habla desde una visión nacional y popular muy marcada, eso no quita -de ninguna manera- que en su espectáculo ejerza la autocrítica, haciendo mención a este peronismo de puertas abiertas que incluye a algunos dirigentes antes denostados por los mismos que hoy los aplauden; de hecho, esas críticas están dentro de los pasajes más aplaudidos de su monólogo.
Al respecto, Gustavo cuenta: “Hay personajes que me permiten reciclar momentos del espectáculo: todos los chistes que hice con Cobos, luego los utilicé con Randazzo y ahora con Pichetto”. Sobre presuntas traiciones, Berger comenta: “En el peronismo todos venimos con una traición bajo el brazo; una sola yo creo que está aceptada. Además, tildar de traidor a alguien es fuerte, para mí el único traidor es Mauro Zárate (¿de más está aclarar que Gustavo es fana de Vélez, no?)”.
Durante el mes de febrero, “Un rubio peronista” se presentará en CABA, Ituzaingó, Haedo, San Andrés de Giles, Burzaco y Junín. Para ver el cronograma completo, se puede ingresar a www.humorperonista.com.ar
GQ/GF/RG
Discusión acerca de esta noticia