Tras el “Encuentro de la Militancia. Los Trabajadores y las Trabajadoras somos la Esperanza” realizado en la ciudad de Mar del Plata, Daniel Coronel, integrante de la Federación Gráfica Bonaerense, contó en Radio Gráfica como fue la experiencia.
Según detalló, en diálogo con Gabriel Fernández y Jorge Thierbach, una de las principales preocupaciones fue el avance de las nuevas tecnologías y se mostró preocupado por ellas “Las nuevas tecnologías son una ola que nadie puede frenar”; sin embargo aclaró que “está bueno que miremos (la tecnología) más allá de lo que podemos interpretar hoy, pero tiene que ser con los compañeros dentro de las fábricas”. E hizo especial énfasis en proteger los puestos de trabajo de un gremio que fue vapuleado durante el gobierno Macrista.
También habló de la necesidad de comunicar sobre política, hablar más allá de la grieta y llamó a participar de la vida política del país, y de las empresas. No necesariamente con un eje partidario pero teniendo en cuenta que “Los compañeros están consumiendo todo el tiempo medios y redes sociales que les dicen constantemente que todo lo que tenga que ver con lo sindical, o tenga una letra K es malo, es dañino, es perverso e indecente”.
“La derecha funciona en tándem. No importa en qué punto cardinal esté. La derecha tiene el poder y el caudal económico, pone la plata, la plata ordena y la gente hace”
Respecto de la construcción de un “poder popular”, Daniel fue contundente: “La derecha funciona en tándem. No importa en qué punto cardinal esté. La derecha tiene el poder y el caudal económico, pone la plata, la plata ordena y la gente hace” marcando la dificultad que tiene el pueblo para combatir el discurso único de las clases dominantes “porque la realidad es una, pero las interpretaciones son miles”. Por eso hizo hincapie en que “el trabajo fundamental de los dirigentes es mostrar que hay mucha bondad detrás de los proyectos nacionales y populares”.
Esto generó debate en el estudio. Gabriel Fernández señaló que a la luz de los acontecimientos, la debilidad de los sectores nacional populares no parece tan acentuada: de hecho, con todos los medios en contra y tras 70 años de vituperios, sigue ganando elecciones y una parte de nuestro pueblo sostiene una concepción diferente a la que se le quiere imponer. Jorge Thierbach realzó, en ese sentido, el volumen y la organización del movimiento obrero organizado.
Como reflexión final, el dirigente señaló que “a partir de la llegada de Macri al poder, tenemos un país dividido. Con un movimiento nacional y popular que trata de abrazar a las masas. Contra un proyecto de país para 10 o 15 millones de personas y que el resto viva como pueda. Una chilenización del país”. Esto es una alerta para todos, un llamado a no volver a votar a la derecha para que se deje de excluir gente del sistema y que todos tengamos al final del día un plato de comida en la mesa y un trabajo digno.
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