El lunes de 2 diciembre, la sobrina del senador nacional y ex gobernador de Tucumán José Alperovich extendió la declaración contra su tío por abuso sexual. “Esta situación no puede pasar desapercibida”, opinó en Radio Gráfica Emanuel Gall, periodista de FM Raco de la capital provincial, “porque se trata de una de las figuras más importantes de la política tucumana”.
En diálogo con Panorama Federal, Gall subrayó que la denuncia fue hecha tanto en Buenos Aires como en Tucumán, y “desde la fiscalía especializada en Delitos Contra la Integridad Sexual, a cargo de la jueza Mara del Carmen Reuter, se consignó la caratula del delito como ‘abuso sexual con acceso carnal’”.
La declaración duró cuatro horas y ahora, por primera vez, se desarrolló en la Capital Federal, sin embargo, la denuncia formal ya se había hecho en Tucumán, por eso desde el Instituto Nacional de la Mujer “entienden que para este tipo de delitos que vulneran los derechos de las mujeres de una manera muy particular, la encargada de ponerle la caratula jurídica” es la justicia provincial, explicó el periodista.
“El caso tiene mucha repercusión y conmueve a toda la Provincia”, destacó el corresponsal, pues “Tucumán es una de las provincias que cada tanto es noticia por diferentes cuestiones que hacen a la vulneración de los derechos de las mujeres en varios aspectos”.
Gall recordó diferentes sucesos durante los últimos años relacionados con violaciones de mujeres y violencias de género: “’el caso Lucía’, una nena violada y abusada que fue obligada a ser madre, y otros casos que fueron paradigmáticos como ‘el caso Belén’”.
“El caso tiene mucha repercusión y conmueve a toda la Provincia”
“Tucumán se encuentra entre las provincias con mayor número de ‘femicidios’ en proporción a la cantidad de habitantes que tiene”, se lamentó el cronista.
“Este es un caso grave, que va mucho más allá de lo político”, aseguró el periodista, pues anticipó que “le pone fin a la vida política de Alperovich”, quien en los últimos días solicitó a la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, una licencia en su banca en la Cámara Alta por medio de una carta en la que afirma que “la imputación es absolutamente falsa, lo cual demostraré, a la corta o a la larga, ante la Justicia”.
En contrapartida, “las organizaciones de derechos humanos y derechos de las mujeres le pidieron a Alperovich que renuncie”, narró el corresponsal.
El cronista interpretó que la licencia “sigue siendo una estrategia de defensa más que ponerse a disposición de la Justicia para que esta pueda investigar de manera independiente, libre y sin presiones”.
“Este es un caso grave, que va mucho más allá de lo político
El ex gobernador se encuentra aislado políticamente, si bien cuenta con el apoyo de familiares, como el de sus hijos Mariana y Gabriel Alperovich, quienes confían en la inocencia de su padre.
La causa en este momento se encuentra a la espera de la determinación de “qué fuero va a continuar la investigación, que está siendo disputada por Nación, Buenos Aires y Tucumán”, dado que la denuncia fue ratificada en ambas ciudades”, remarcó Gall.
El periodista reveló que “hay una disputa jurisdiccional en ese sentido, pues la víctima manifiesta ‘haber sido abusada por el ex Gobernador en ambas ciudades en un lapso de tiempo que va desde diciembre de 2017 a mayo de 2019’”.
“La mayor parte de la dirigencia tucumana expresó que ‘en este tipo de situaciones hay que creer en la víctima e investigar hasta las últimas consecuencias’”
La denuncia judicial “ya tiene peso y un nivel de conocimiento social que muy difícilmente tenga vuelta atrás, o sea un caso clásico de impunidad, donde la persona por el simple hecho de ser una figura pública pueda eludir los mecanismos de investigación”, expresó el cronista.
En cuanto al arco político, el periodista señaló que “la mayor parte de la dirigencia tucumana expresó que ‘en este tipo de situaciones hay que creer en la víctima e investigar hasta las últimas consecuencias’”.
“El gobernador Juan Manzur eligió un estilo muy medido, pero claramente expresó una posición de ‘creencia hacia la palabra de la víctima’. Lo mismo hizo el diputado Pablo Yedlin, el ministro Gabriel Yedlin y otros miembros del poder ejecutivo provincial”, indicó el corresponsal.
“Es claro el peso que tiene la figura de Alperovich en la dirigencia tucumana”, reiteró el periodista, y explicitó: “no es temida, pero sí genera respeto institucional casi automático”.
Por último, Gall reflexionó sobre la reconstrucción del sistema judicial, porque “no logró renovarse jamás desde la vuelta a la democracia en el año 1983, por ende, hay que reconfigurarla para que no termine siendo una cueva de mecanismos que quedan latentes desde épocas dictatoriales”.
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