“Esta crisis es muy parecida a la del año 1989, esta situación nos retrotrae al pasado”, comparó en Radio Gráfica José Sbattella, licenciado en Economía, ex titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) desde el año 2010 hasta el final del mandato de la ex presidenta Cristina Kirchner.
En diálogo con Punto de Partida el ex titular de la UIF precisó que “están los condimentos para una hiperinflación muy alta y decidida políticamente por todo el conglomerado de transnacionales de Argentina”.
En aquel momento, la visión del poder económico era condicionar al futuro gobierno que iba a encabezar Carlos Saúl Menem, “que había hablado de ‘la revolución productiva y el salariazo’”, recordó Sbattella, lo que suscitó “aprehensión en los sectores económicos de que se manifestara nuevamente el ingreso de un gobierno popular”, analizó el economista.
“La echada del gobierno de (Raúl) Alfonsín tuvo que ver con dos cosas: una, que ya no les servía” a los capitanes de la industria, “y otra que tenían que condicionar al futuro gobierno”, aseveró.
El presente parece confirmar la tesis borgeana de la repetición de la historia, el “eterno retorno” del pasado, que lejos de estar enterrado, disuelto y olvidado, vuelve con intensidad e insistencia una y otra vez para continuar pasando por medio de la devaluación, la fuga de capitales, la alta inflación, las tasas de interés elevadas, la falta de precios en la economía, como el modo por excelencia de “un condicionamiento para determinar los límites dentro de los cuales debería funcionar el nuevo gobierno”, explicó Sbattella.
“Tenían la seguridad que con Macri esto iba a continuar”, reflexionó el economista, pero después de las PASO, “ante la posibilidad de un nuevo gobierno, lo llevan a un condicionamiento tan grande que la renegociación con el Fondo (Monetario Internacional) de la deuda más grande del mundo, y la potencialidad de una hiperinflación latente con las tasas del 75%, otra variable de récord mundial, nos pone de vuelta en una situación de conflicto muy grande a resolver”, anticipó.
La diferencia básica de la actualidad con la “híper” de 1989, es que ese golpe de mercado que generó una hiperinflación en el tramo final del gobierno alfonsinista “le dio resultado al poder económico”.
También con la ayuda del FMI se propusieron “reordenar la economía en función de lo que vino después, que fue todo el sistema de privatizaciones de las empresas del estado”, insistió el ex funcionario kirchnerista.
Ahora bien, no había ninguna aspiración de Menem y del sector político que lo rodeaba de resistir esa presión, al contrario, “se allanó inmediatamente, y aparece la posibilidad, por primera vez en la Argentina, de que un grupo empresario dirigiendo a todo el resto para gobernar la economía del país, que fue el Grupo Born”, detalló Sbattella.
No es una situación fácil ante el descalabro económico y financiero que parece no tener final, “porque esta gente ha llevado todo, con el apoyo del Fondo, a un condicionamiento muy fuerte para el futuro gobierno”, advirtió el exfuncionario.
“La visión que uno tenía era que estaban tratando de llevar a que todo el conflicto (económico y financiero) explotara durante el otro gobierno, sin embargo, las urgencias de los sectores que estaban atrás de esta especulación financiera no lo permitieron”, elucidó Sbattella, y agregó que la duda que tienen todos es “cómo iban a cobrar esa ‘bomba’ que son las tasas al 75% y en pesos”.
“Esa gente no especula con los tiempos políticos, sino que quiere la plata, y la iban a pasar a dólares. Eso es lo que determinó esta situación”, destacó Sbattella.
De todas maneras, esos sectores ya quedaron perjudicados, pues la mora que Standard and Poor’s define como ‘default selectivo’ “quita la posibilidad de transformar los pesos en dólares, y eso sí, preanuncia un conflicto muy parecido al que se resolvió en el ’89 con el Plan Bonex”, vaticinó Sbattella. “En ese momento toda la deuda en pesos que estaba en los bancos para a dólares con un plazo de 10 años”, rememoró.
En el gobierno anterior, el ‘golpe de mercado’ quedó aceptado por aplicación de la ley antiterrorista, “porque el esquema legal que utilizó la Argentina fue agravar todos los delitos tipificados en el Código Penal que pudieran aterrorizar a la población o generar condicionamientos o chantajes políticos para que un Estado haga o deshaga medidas económicas”, esclareció el economista.
Por último, y de acuerdo a la legislación argentina, Sbattella afirmó que “es posible caracterizar a los golpes de mercado y todas las derivaciones que generan caos”, como fue la hiperinflación o las corridas cambiarias generadas por los grupos económicos, como las de Shell durante el gobierno de Cristina Kirchner, “pasibles de ser caracterizadas de esa manera: como delitos”, concluyó.
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