Alberto “Pepe” Robles, director del Instituto del Mundo del Trabajo “Julio Godio” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, abogado laboralista y profesor de Derecho al Trabajo, visitó el programa Feas Sucias y Malas para analizar a fondo la reforma laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri y que estaría discutiéndose en el Congreso de la Nación en los próximos meses.
En primer lugar, el especialista planteó que la reforma laboral es uno de los mandatos a nivel mundial del FMI. “Para el Fondo Monetario Internacional, la reforma laboral y previsional son esenciales. Y la reforma laboral y sindical es histórica en los gobiernos de derecha (que toman esas recetas internacionales). Todos los gobiernos de derecha hicieron reformas, algunas con éxito o no, pero siempre son estructurales”, afirmó Robles.
Es el caso de Brasil, donde este año ya fue aprobada una reforma en ese sentido. Sin embargo, antes, “en Brasil estaba la misma orientación que en Argentina”, explicó el investigador. “Se daba una consolidación de institución laboral favorable a quienes trabajan, al pueblo”, dijo.
“En Argentina se aprobaron más de 100 leyes laborales en los últimos 15 años, la mayoría fue para mejorar el trabajo. En los últimos 12 años hubo paritarias, también un cambio de la cobertura social, en la regulación del trabajo rural y en el servicio doméstico. El sector de las mujeres siempre es el más desprotegido. Por el contrario, de 1980 a 2003, no se sancionó ninguna ley laboral, sino que empeoró la situación laboral”, describió.
“Después de tantos años de mejoras en el régimen laboral, la derecha trata de desarmar toda la estructura, flexibilizando el trabajo. Siempre hay algún argumento para impulsarla, pero acá ya está en marcha la reforma laboral. Ya se implementaron la de Riesgo de Trabajo, como también la del Agro, a partir de un acuerdo entre la UATRE y las cámaras empresariales para llevar a cabo una estructura flexibilizadora, legalizando la precariedad”, explicó.
Y sumó, como dato particular del sector agropecuario, que “la Federación Agraria Argentina se opuso a la reforma porque precarizaba el trabajo”. Es decir, la oposición a esta reforma estuvo aquí dada por el sector de pequeños y medianos productores.
Consultado sobre la criminalización a los juicios laborales, tildados de “mafia” por el presidente de la Nación, el investigador planteó: “La idea de bajar la cantidad de juicios laborales va ser parte de la reforma. Los juicios laborales suceden cuando se incumplen los derechos del trabajador. A uno de cada tres trabajadores no le cumplen ni un tercio de la ley”.
“Macri es el jefe de la mafia y es quien acusa a los abogados laboralistas, cuando actualmente en el país hay un 35 por ciento de trabajo en negro, y la mitad de las empresas no cumplen con la ley. Sin embargo, según el presidente eso no es mafioso, pero sí cuando el trabajador defiende sus derechos”, argumentó.
Respecto al sistema previsional y al esquema impositivo en la Argentina, formuló: “En una sociedad perfecta solamente debería existir impuesto a la ganancia. Pero en los países con alta informalidad, existe el IVA, a través del cual se genera desigualdad a la hora de comprar, porque el pobre y el rico pagan lo mismo. Entonces, el que más paga IVA es el pobre. Es quien sostiene al Estado, pero el rico cada vez paga menos. Esto desfinancia al Estado y quiebra el sistema previsional”.
Uno de los argumentos que se utiliza para plantear la “necesidad” de la reforma laboral es bajar el costo laboral y el avance tecnológico inminente. Alberto Robles contra-argumentó este postulado al referirse al caso de China: “El cambio tecnológico en Chica es político. Cómo puede ser que China genere más trabajo de lo que necesita, pero en otros países desarrollados en cambio, dejan a las empresas sueltas, que hacen cualquier cosa para eliminar trabajadores y derechos para bajar el costo laboral”.
“Las nuevas empresas tecnológicas son virtuales, como Uber. Tienen el nombre de fantasía llamado comercio electrónico (ó e-commerce, en inglés). Todo el empleo que se genera a partir del cambio tecnológico se ha desregulado y no tributa, no tienen domicilio así que no podes reclamar”, sostuvo.
Y, en otro sentido, remarcó: “Hoy, a nivel mundial, el trabajo es para una empresa o en economías informales, como por ejemplo todas las cooperativas de trabajo. Esto (el cooperativismo, recuperadas, etc.) es fundamental, si no lo organizás y lo perdés, quedas sin trabajo”.
Por último, señaló que “aparentemente las multinacionales se vuelven a ubicar en Organización Mundial del Comercio”. Espacio que tendrá su 11va conferencia ministerial en diciembre de este año en la Argentina. “Ahí vamos a ver si tienen ámbito para establecer leyes mundiales, que no importa qué país sea, tienen que cumplirse. Eso es la reforma laboral”, finalizó.
UA / GF / RG
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