Por Ariana Costa
¿Qué harías si en el día más triste de tu vida tu hermano decide huir? Parteaguas, la primera entrega del Proyecto Encantamientos, plantea el interrogante. En escena: banquetas, un frasco de vidrio, cuatro actores y una trama que gira alrededor del fallecimiento de una madre, una ausencia que parte en dos la relación entre dos hermanos.
Él que huyó y regresó un año después con el mismo descaro; ella, que lo recibe en la casa materna cargando un duelo sin compañía. Entre reproches, silencios y recuerdos, se despliegan conversaciones alternadas que rozan el realismo mágico y lo absurdo. Afuera, la casa —esa que los sostiene y a la vez los encierra— se está despegando del terreno, como si también buscara huir. La puesta se apoya en una escenografía mínima, donde la corporalidad y la presencia física de los intérpretes se vuelven el motor de la historia. El cuerpo expresa lo que las palabras no pueden.
Federico Pezet, autor y director de Parteaguas afirmó sobre el impulso que le dio origen: “nació de un deseo, de hacer una obra sin partir de un texto previo”.
La génesis del proyecto comenzó convocando a dos amigos actores para juntarse a jugar, probar y actuar. Desde el inicio, la construcción fue colectiva: los personajes no llevan nombres ficticios, sino los reales de los intérpretes, reforzando la idea de que la experiencia personal nutre a la ficción.
Con el avance del proyecto, surgió la necesidad de expandirlo para lo cual sumaron miradas de nuevos actores. Allí aparecieron Martín y Micaela, más tarde invitó a codirigir a Magalí, “amiga y colega con quien había hecho teatro durante años”, cuenta Pezet.

“En el proceso creativo, las decisiones las tomábamos entre todos, valorando qué opinábamos, sentíamos y pensábamos”, recordó Pezet. El trabajo con los actores se convirtió en un método en sí mismo: un juego constante en el que Pezet observaba los cuerpos en escena y escribía a partir de lo que esos movimientos despertaban.
Escenas que nacían del ensayo fueron memorizadas, probadas, modificadas o descartadas, hasta encontrar su forma final. A este proceso se sumó Vonfrix, músico amigo de Pezet, que creó una maqueta musical que acompañó la puesta desde sus primeras etapas. Sólo entonces, con el material vivo, llegó la escritura definitiva de la obra.
“Parteaguas es la primera entrega del Proyecto Encantamientos: como en los cuentos que sobreviven en la voz del pueblo, como en las fábulas que se deforman de tanto contarse, estas piezas trabajan con lo mágico no como excusa, sino como forma de mirar el tiempo que nos toca. Encantamientos no remite solo al hechizo, sino también al estado. El mundo encantado es aquel en el que las ausencias se hacen cuerpo, el tiempo se curva y los personajes habitan los bordes de sí mismos.”
En la obra hay un duelo presente que incomoda, y logra hacerte empatizar con personajes que se encuentran en tensión. Con un episodio que marca un antes y un después en un vínculo de hermanos y en definitiva de una historia familiar.
Dentro de otros aspectos a destacar de la obra: hay un trabajo muy cuidado en el movimiento y el diálogo corporal; un guión cargado de metáforas y una actuación descarnada de Julieta de Moura que transmite con fuerza el enojo y la bronca por el episodio familiar, que ensombrece la relación con su hermano.
FICHA:
Dirección: Federico Pezet
Intérpretes: Federico Rojas, Julieta de Moura, Martin Lacour y Micaela Brillo.
Colaboración coreográfica: Malena Martín
Composición musical: Agustín Frumento Calloni
Funciones: Todos los domingos de agosto a las 17:30 hs, hasta el 31/08/2025, en Nün Teatro (Juan Ramírez de Velazco 419, CABA).
Duración: 75 minutos.














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