Maia Volcovinsky, secretaria adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) y de Derechos Humanos de la Confederación General del Trabajo, habló sobre la adhesión de la central obrera a la movilización “contra la discriminación y la violencia”, que fue motorizada principalmente por la comunidad LGBTIQ+.
“Va a ser importante la presencia del movimiento sindical en la calle”, destacó respecto a la convocatoria de este sábado 1 de febrero para marchar desde el Congreso hasta Plaza de Mayo. “Hay cosas que no estamos dispuestos a permitir dejar pasar. Las expresiones que tuvo Milei en Davos son de una brutalidad inusitada y en buena hora la Argentina tiene sus anticuerpos porque la movilización es la más pura expresión democrática que tiene un pueblo”, aseveró.
La representante de UEJN afirmó que la manifestación “rechaza de forma pacífica pero contundente las expresiones de discriminación, odio y violencia” y dijo que la misma “es un límite para la comunidad, que no vale decir cualquier cosa, que no toleramos la intolerancia, ni la barbarie, ni el sálvese quien pueda, ni la ley del más fuerte, ni el fascismo. Se va a expresar lo más saludable de la Argentina en la calle este sábado“.
La decisión de sumarse de la CGT se dio luego de la reunión que su conducción mantuvo con organismos de derechos humanos en el salón Saúl Ubaldini de la sede de Azopardo. “Los organismos pidieron compartir que se están atravesando en los espacios de memoria a partir del desfinanciamiento que está llevando adelante el Gobierno en el área de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia. Estas situaciones requieren mancomunión total en defensa de los grandes consensos democráticos”, comentó Volcovinsky sobre el encuentro que funcionó como “puntapié de un año que va a ser de resistencia”.
Consultada por la posibilidad de que el movimiento obrero tenga mayor injerencia en la confección de las listas electorales, admitió que “hay una defraudación con la representación política, el sindicalismo abandonó su espacio en la participación en la discusión política”. Ante ese panorama considero que “es importantísimo que la CGT tome voz en las discusiones, decir hacia dónde queremos ir, qué país queremos”.
Frente a las críticas que recibe el sindicalismo por no liderar más medidas contra las políticas de Milei, respondió que “no se resuelve todo con un paro, es un proceso más complejo”. En esa línea, enfatizó que “se le pide a la CGT que haga muchas cosas, pero a los partidos políticos no“.
“Se está llevando adelante un nuevo saqueo de la Argentina vía endeudamiento, vía especulación financiera a través del carry trade que se ha llevado millones de pesos y dólares que producimos los argentinos”, cuestionó la trabajadora judicial sobre el modelo económico del Gobierno.
En cuanto a los supuestos resultados positivos en lo macroeconómico, dijo que “para controlar la inflación, le pusieron el pie encima a los salarios. Todos los actores de la timba financiera se enriquecen apretando un botón frente a una computadora y los trabajadores argentinos se levantan a la mañana juntando dos trabajos para llevar el pan a la mesa. No es justo que los que no trabajan se la lleven toda“.
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