En el marco de la muestra “La imagen que marcó mi vida: representaciones de la dictadura y de la posdictadura en la obra del afichista Hugo Penelas”, se realizó el conversatorio “Cine argentino en los años setenta y ochenta: narrativas e imágenes de una época en conflicto”, en el que expusieron la actriz Mónica Villa, el actor Manuel Callau y la directora de fotografía María Inés Teyssié.
La muestra y el catálogo buscan recuperar material y digitalmente la obra del artista argentino, hasta el momento muy poco visibilizada y reconocida, en su relación con el cine. Ambas fueron desarrolladas por el equipo conformado por Ana Laura Lusnich, Fabio Fidanza, Victoria Lencina, Iván Morales, Liza Nannetti, Ramiro Pizá y Jorge Sala, investigadores del Centro de Investigación y Nuevos Estudios sobre Cine perteneciente al Instituto de Historia del Arte Argentino y Latinoamericano Luis Ordaz de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
Consultada por Radio Gráfica, Mónica Villa, una de las protagonistas de la célebre Esperando la Carroza (1985), cuyo afiche fue obra de Penelas, expresó que la realización del conversatorio le generó “felicidad porque la filmación de Esperando la Carroza fue uno de los mejores momentos de mi vida y de mi carrera. Era una época de energía y creatividad, de vuelta de la democracia, de esperanza, de volver a ser, volver a construir. Fueron momentos maravillosos”.
“Recordar todo el cine argentino porque es maravilloso y vasto, desde grandes comedias hasta románticas, con grandes intérpretes populares. La época de la industria del cine, que exportábamos a toda América. Cine testimonial, cine intelectual. Tuvimos de todo y hay que atesorarlo y difundirlo. La gente joven tiene que ver todo el cine, porque es muy rico, desde el blanco y negro al color” remarcó Villa, recordada por interpretar a Susana de Musicardi.
Federico Penelas, hijo del afichista homenajeado, destacó que “el encuentro con los investigadores de la Facultad, que están convirtiendo en objeto de estudio la afichística de mi papá, me parece algo extraordinario. Todo lo que está implicado en los afiches para cine ha sido olvidado en materia de estudio y se ha invisibilizado la figura del afichista. Los encuentros con la gente del cine, que nos cuentan historias que nos terminan de completar las microhistorias que tenemos de cada uno de los afiches, nos ayuda a mantener viva la memoria del laburo de nuestro viejo. Emocionante”.
Manuel Callau, actor de El Arreglo (1983), se mostró agradecido con “los compañeros que realizaron todo esto, es importante para quienes trabajamos repasar, recordar y reflexionar sobre nuestra historias”. En ese sentido reflexionó que “si los viejos servimos para algo, es para mostrar el camino que hemos hecho y que los jóvenes saquen sus propias conclusiones y construir su propio rumbo”.
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- Cobertura de Nehuén Gusmerotti
- Redacción por Marcos Maldonado
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