Por Leonardo Martín
La noticia sacudió no solo a la Unión Obrera Metalúrgica, impactó en todo el movimiento obrero por la dimensión del gremio, el más importante en cantidad de afiliados del mundo industrial y con un peso histórico indudable. Tras 18 años, Antonio Caló dejará de ser el secretario General del gremio reemplazado por Abel Furlán. Una reconfiguración en la orientación sindical y política de una organización de enorme relieve que el tiempo dirá cuan profunda es. ¿Cuáles son las razones? ¿Qué perspectiva se abre?
Primero comprender el significado histórico y devenir de la UOM. Fundada en 1943 fue la expresión de una Argentina que se desarrollaba industrialmente en el marco de la sustitución de importaciones tras la crisis de 1930 y el cambio de paradigma económico agotado el modelo agroexportador en nuestro país.
El crecimiento industrial profundizado durante el peronismo lo convirtió en un gremio masivo y potente políticamente con un rol central en las décadas siguientes. De allí emergieron el “Lobo” Vandor (el dirigente dentro del peronismo que más desafío a Perón), José Ignacio Rucci y Lorenzo Miguel, entre otros dirigentes que fueron protagonistas la vida sindical y política entre entre las décadas del ´60 y ´80. Luego comenzaría a perder gravitación con la desindustrialización.
Primero impulsada por la dictadura cívico militar y con el golpe de gracia del modelo neoliberal menemista, continuado por la Alianza que llevó al gremio a la mínima expresión. De los 500 mil trabajadores con altos salarios y un envidiable nivel de organización con que contaba en 1974 pasó a 50 mil poco más de 25 años después. El industricidio nacional fue letal con los metalúrgicos. La recuperación económica con base en un modelo productivo llevada adelante por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner revitalizaron a la UOM llegando a 240 mil afiliados en 2015, reviviendo de la situación terminal.
El macrismo volvió a pegar fuerte en el sector industrial y entre ellos la UOM con la pérdida 80 mil puestos de trabajo según manifestó el propio Caló y con un deterioro salarial evidente. Desde que asumió el Frente de Todos la UOM volvió a recuperar rápidamente trabajadores al calor del crecimiento industrial, pero aún con deudas sin saldar. La recomposición salarial aún no es la esperada, a marzo de 2022 el salario inicial es de 65 mil pesos, bajo para una actividad industrial y también al compararlo con la Canasta Básica para una familia tipo que hoy araña los 90 mil pesos. Días atrás arregló la paritaria para el 2022 con un incremento del 45% en tres tramos y cláusula de revisión en noviembre, pero los altos niveles inflacionarios, como ocurre con todos los trabajadores, tensióna la recuperación.
También comenzaron a crecer otras demandas como la situación de la obra social con un servicio que viene recibiendo críticas por parte de los afiliados; el recambio generacional con una camada que creció y se integró al calor del kirchnerismo con críticas a una conducción por lo que entienden falta de firmeza para defender la actividad ante la abierta destrucción industrial, de empleo y salario durante el macrismo. En este combo de variables, sumado al fin de ciclo de mandatos históricos en seccionales más los realineamientos entre las seccionales de peso pueden estar las claves para comprender las razones del cambio.
FURLÁN TOMA EL LUGAR DE ANTONIO CALÓ
Antonio Caló ha perdido el secretariado nacional tras 18 años al mando del mismo, que incluso por un tramo lo tuvo como secretario General de la CGT Alsina conformada durante el segundo gobierno de Cristina Kirchner tras la fractura de la CGT promovida por el sector de Hugo Moyano enfrentado entonces con el oficialismo. Caló aún mantiene el control de la seccional Capital.
Abel Furlán tiene un recorrido con millas sindicales y políticas. Su origen como dirigente metalúrgico en la empresa Siderca del Grupo Techint, llegando a conducir la seccional de la UOM Zárate-Campana, también con puestos relevantes en la CGT regional. Dentro de la propia UOM tenía el cargo de Secretario de Organización.
Asimismo fue concejal y en 2015 electo diputado nacional por el Frente para la Victoria. Vale decir que se mantuvo dentro del FpV cuando el bloque se comenzó a resquebrajar con la derrota electoral de 2015 y posteriores episodios de ruptura en 2016. Fue fiel al sector con que llegó al Congreso, no acompañó el pago a fondos buitres ni las medidas regresivas del macrismo en nombre de la gobernabilidad.
También fue uno de los impulsores de la Corriente Político Sindical Federal conformada en 2015 junto a entre otros gremios gráficos, curtidores, judiciales y que terminaría siendo poco después una pata central de la Corriente Federal de Trabajadores creada en agosto de 2016. No puede considerarse a Furlán como integrante de la CFT, pero sí mantuvo por tramos una cercanía en la concepción y con algunos de sus dirigentes.
El secretario Adjunto será Naldo Brunelli, histórico dirigente de la Seccional San Nicolás, cargo que ocupa desde 1973.
A comienzos de marzo comenzó el proceso eleccionario en las 54 seccionales que cuenta la UOM a nivel nacional y que terminaría reconfigurando el mapa interno. Hubo algunas derrotas sonoras como la de la Seccional Quilmes donde tras 38 años de conducción del Barba Gutiérrez se impuso Adrián Pérez.
También hubo novedades en la UOM Morón donde la lista opositora desplazó a la conducción en este caso por renuncias de actores dentro de la propia lista oficial a días de las elecciones lo que terminó dándole la victoria a la oposición. Allí quedó al mando de Agustín Andrada como secretario General y Agustín “Piraña” Colovos como secretario Adjunto. Por otro lado, la Seccional La Matanza también cambió de conducción dejando la misma el histórico Hugo Melo.
En las estratégicas seccionales de Avellaneda y Villa Constitución se mantuvieron los oficialismos, ambos distritos con una oposición que desafiaba a las conducciones.
Vale decir que la elección del Secretariado Nacional no es por elección directa de los afiliados, sino por electores que aportan las Seccionales. Allí fue donde Caló no logró sumar las voluntades para su continuidad. Los que conocen la vida interna del gremio apuntan como desencadenante la ruptura del ex secretario General con la Seccional Avellaneda (que abarca muchos más distritos) que históricamente aportaba el secretario General Adjunto. En este caso, Caló rompió ese pacto no escrito generando el rechazo también de otras seccionales que tomaron una postura por la renovación.
La elección fue contundente, de los 290 electores, 227 votaron por Abel Furlán contra 63 de Antonio Caló. Sin márgenes para la discusión ni la duda.
El impacto también puede llegar a la CGT donde la UOM ocupa la estratégica Secretaría de Interior, encargada entre otros puntos, de los procesos de renovación y normalización de las seccionales de CGT en todo el país. En muchas jurisdicciones aún existen dos CGT, otras tienen que encarar la renovación de autoridades. Días atrás la Seccional San Juan dio el puntapié, próximamente es el turno de la Seccional Catamarca.
Antonio Caló era el hombre de la UOM para ese cargo. No necesariamente tiene que ocuparlo el secretario general del gremio, cada secretaría es asignada a un gremio que después que a modo particular designa a un responsable que suele ser el secretario general de la organización. Los cambios en la UOM también pueden impactar en CGT y generar un reacomodamiento dado el perfil distinto que tiene Abel Furlán, cercano al kirchnerismo, con Antonio Caló que venía a la vanguardia de un albertismo que tampoco termina de tener contornos claros.
LA UOM HACIA ADELANTE
En diálogo con Radio Gráfica, Adrián Pérez, flamante secretario General de la Seccional Quilmes opinó sobre el presente del gremio: “Los cambios en muchas seccionales indican que los compañeros quieren ser escuchados. En ese sentido la UOM tiene que ir a un rumbo qué tiene que ser más crítico en el momento que tiene que ser crítico y acompañar con fuerza cuando tiene que acompañar a los procesos políticos, sin temores. Si hay que ser críticos, la crítica no es para romper, es para generar el debate. La UOM como el gremio Industrial más grande tiene que recuperar esa historia y cuando las cosas no van bien hay que decirlo. No nos podemos dar el lujo de ser oficialismo de todos los gobiernos”.
Por su parte, Antonio Donello, referente en Rosario que ya integraba el Secretariado Nacional, ahora con una mudanza a Acción Social expresó a Radio Gráfica: “Fue duro pero tuvimos que escuchar el reclamo y disconformidad de las bases. Logramos llegar a una lista de unidad sin hacerle daño a la institución, de nada sirve conducir una institución fragmentada o dividida. El 95% de las seccionales quedaron conformes y aceptaron el cambio como algo necesario. Hubo muchas horas de charla y debate para no llegar a un enfrentamiento”.
Donello marcó los principales desafíos: “Uno es recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores y la salud, la obra social nuestra tiene que andar mejor. Para eso necesitamos mejores sueldos. La pandemia agrandó la brecha de recaudación con los costos que hoy tenemos. Hubo insumos que aumentaron mucho más que los incrementos salariales”.
“Hay que usar los recursos como corresponde y que no se nos vaya por una mala administración. Hay que hacer un trabajo administrativo para bajar los costos. Ser ágil, efectivo y sencillo”, completó.
El reto para la nueva dirigencia es grande, recuperar el protagonismo de un gremio emblemático en un contexto donde la industria viene en alza, pero donde aún los salarios no logran reflejar esa recuperación. Se abre un capítulo nuevo en un gremio emblemático del movimiento obrero argentino.
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