Una historia fascinante, para la gran mayoría desconocida. Juana Morelli, de familia humilde, llegó a la Argentina en la década de 1930, junto con sus seis hermanos. Fue una mujer muy aguerrida, adelantada a su época, lo que le permitió desarrollar una carrera profesional en una época adversa para las mujeres para avanzar con sus vidas en esa dirección. Confrontó a sus padres para poder estudiar recibiéndose de perito mercantil. Fue una lectora voraz lo que le familiarizó con la escritura y lo que le terminó abriendo las puertas para comenzar una extensa y muy interesante carrera como periodista y en la militancia política.
Alejandrina Morelli, hija de Juanita, también periodista, dialogó con Vivian Elem en Radio Gráfica, donde recordó la historia de su madre.
“Ella era hija de inmigrantes, llegó con seis u ocho años, lo cual generó que entrara tarde al colegio. Le encantaba leer, lo hacía de noche a escondidas de los padres. Como muchas familias inmigrantes se levantaban a las seis de la mañana, trabajando todo el día y tratando de sobrevivir. Logró hacer el secundario, algo que ya era bastante para la época, en el cual se recibió de Perito Mercantil”, relató Alejandrina.
Juanita Morelli inició su vida laboral en el archivo de ANDI que fue la primera agencia de noticias de Argentina y el antecedente directo de lo que hoy es TÉLAM. “El director de la agencia se dio cuenta enseguida de que tenía capacidad para escribir a máquina y la llevó como secretaria. Ahí empieza a vincularse con la redacción donde entre otros estaba Luis Klur, un gran periodista, durante mucho tiempo director de noticias de Canal 13. Juanita contaba que iba de pantalones cortos y que le decían ´Clursito´. Luego empezó a trabajar en la radio donde hacía la adaptación de novelas, de películas, para las radionovelas con las que se iba de viaje en las giras por todo el país”.
Alejandrina contó una anécdota sobre su mamá en una de esas giras con un cruce con Mirtha Legrand. “Un día se le acercan a pedirle un autógrafo a Legrand que era una joven estrella. Después se lo piden a mi mamá que era jovencita también, además de muy linda. Mirtha mira la situación y le dice ´¡Ay!, a cualquiera le piden un autógrafo!!´. Mi vieja se acordaba siempre de eso, se mataba de risa y parece que el dueño del diario que los recibía, creo que era en Tucumán, le dijo, ´señora, ella es una artista de la pluma’. Todo muy de época. Época en la que recién empezaban tímidamente a ingresar mujeres a la radio”.
Juanita tuvo una vida muy independiente y un desarrollo profesional inusual para la época. Daba clases de taquigrafía en una escuela secundaria, trabajaba haciendo colaboraciones para diarios del interior, hacía adaptaciones de guiones y colaboraba escribiendo columnas. En ese recorrido conoció a quien terminó siendo su compañero de vida.
“Morelli es el apellido de mi papá, Juan Carlos Morelli”, señaló Alejandrina., “Él era de una familia uruguaya que tuvo que exiliarse acá cuando fue la revolución de 1904. Pertenecía al Partido Blanco, en ese momento el partido más vinculado a la Argentina. Mi padre creó un diario llamado El Atlántico en Bahía Blanca. En realidad lo compró un poco por las deudas y se hizo cargo del diario, entonces empezaron a trabajar muy unidos con Juanita por las nuevas corrientes de pensamiento que en ese momento estaban en FORJA (La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, donde militaban entre otros Raúl Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche), desde donde se elaboraba toda una teoría antiimperialista. Allí se reunían los primeros teóricos, la formación misma del peronismo”.
“El diario fue un semillero de ideas e intelectuales que iban con nuevas propuestas desde el punto de vista político, de la medicina, del turismo y de todas las áreas del gobierno. Se quedaban hasta altas horas de la madrugada, sacaban muy buenas primicias, porque era toda gente muy vinculada al gobierno”, explicó Morelli.
Y agregó que “con el peronismo en el gobierno de la provincia de Buenos Aires, todos ellos ocuparon diferentes cargos. Mi papá entró en la Dirección de Turismo y manejó el tema de prensa, Jauretche dirigió el Banco Provincia. Mercante encontró en la gente de esta redacción un semillero con nuevas ideas, con nuevos proyectos para impulsar planes en la Provincia. Hicieron un gobierno brillante, muy, muy bueno, muy recordado. Lo que pasó es que después empezó una interna política que provocó un distanciamiento entre Perón y Mercante”.
Juanita también participaba de las reuniones de FORJA, “ella contaba que la nombraron la primera mujer de FORJA y que le dieron una medalla. La medalla, con las mudanzas, vueltas y exilios desapareció. Lamentablemente no tengo otros testimonios sobre el tema, pero sí la certeza de que estuvo muy cerca de la agrupación”, dijo Alejandrina.
Y añadió que su madre escribía en el diario una columna todos los días dirigida a las mujeres que se llamaba ‘Buenos días amiga’. Con mi padre hacían un pareja muy especial. Él estaba en la dirección del diario, lograba los apoyos financieros, los columnistas, en fin, la estructura del diario para llevarlo adelante. Y mi madre hacía mucho trabajo social, recolectaba juguetes para darles a los chicos y se dedicaba con ese tipo de sensibilidad”.
Finalmente, Alejandrina reflexionó, “siempre digo que para que surja un líder, tiene que haber un grupo social muy fuerte, que trabaje mucho y anónimamente y que han puesto su fuerza, su sangre por esos ideales. Detrás de cualquier personaje político que uno ve en el mundo, hay una cantidad de anónimos que han generado eso”.
“A mí me gustaba la historia de Juanita, no como gran militante, porque ella nunca llegó a ser una gran figura del periodismo y de la militancia, pero sí fue una de estas anónimas que construyeron este movimiento”, concluyó.
- Redacción Lucia Izaguirre














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