Por Leila Bitar*
La Televisión Cubana transmitió un programa especial a principio de este mes donde alerta de intentos desestabilizadores contra el gobierno que encabeza Miguel Díaz-Canel. En un reportaje, el oncólogo Carlos Leonardo Vázquez –que fue el agente Fernando durante 25 años–, denunció que Yunior García Aguilera, líder opositor que integra la plataforma política Archipiélago, es un contrarrevolucionario con formación en instituciones extranjeras.
En la entrevista, el médico que se infiltró en dichos encuentros, relata cómo es el modus operandi de las organizaciones que invitan a sus talleres a cubanos disidentes, para brindarles herramientas que contribuyan a lograr un “cambio de régimen” en la isla. “Yunior está buscando la confrontación con las Fuerzas Armadas, con el Ministerio de Interior. Estamos viendo en Yunior la creación y la actuación de un contrarrevolucionario”, sostuvo el oncólogo.
Archipiélago anunció una “marcha por el cambio” para este lunes 15 de noviembre, el mismo día que el gobierno informó que abrirá sus fronteras para el ingreso de extranjeros. Cuba, asfixiada económicamente por el bloqueo hace décadas, sufrió un fuerte golpe económico durante la pandemia producto de la parálisis en el turismo, sector que ahora, gracias a la vacunación masiva, empieza a recuperarse.
A inicios de 2018 García Aguilera viajó a Argentina para participar de un proyecto en la Universidad Torcuato Di Tella donde se dicta el taller “Tiempo de cambios y el nuevo rol de las FFAA en Cuba”. La misión, según el propio portal de la universidad, es:
- Dar continuidad al estudio de las FAR, tanto por medio de entrevistas, análisis de la información circulante, contactos por mail, para poder transmitir adecuadamente a los activistas posibles escenarios y supuestos aliados a futuro.
- Cooperar con actores cubanos para que ellos puedan generar actividades que les permitan vincularse con miembros y ex miembros de las FAR abiertos a los procesos de cambio.
- Incentivar a actores de la sociedad civil para que difundan conocimientos y actividades sobre las FAR.
Pero el líder opositor participó en otros encuentros organizados en otras casas de estudio: “Éramos todos cubanos de diferentes ramas de la profesionalidad, médicos, periodistas, historiadores, y allí se encontraba Yunior García Aguilera”, explicó el ex agente al tiempo que agregó: “Éste taller donde participé está organizado por expertos de diferentes lugares del mundo, porque existen muchas organizaciones financiadas por EEUU para derrocar a la Revolución cubana”. Entre ellas se encuentran la USAID (La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), NED (Fundación Nacional para la Democracia, con sede en Washington), People in Need (con sede en República Checa), Cadal (Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, con sede en Buenos Aires), entre otras.
“Bajo un manto progresista, ésta filosofía ha dejado huellas en países como Venezuela, Nicaragua y Bolivia”, señala el informe de la TV cubana. Las llamadas revoluciones de colores “buscan provocar el caos, desobediencia de la sociedad” y que “organizaciones internacionales lleven sanciones que pueden llegar a la intervención militar” para la instauración “de un gobierno alternativo”, señaló Vázquez.
Rogelio Polanco Fuentes, diplomático y miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, aseguró en conferencia de prensa que “la provocación urdida para el 15 de noviembre está condenada al fracaso. Los promotores de la marcha tienen el libreto yanqui, cumplen sus órdenes, se rodean de violentos y terroristas y sueñan con ejecutar sus acciones desestabilizadoras con impunidad”, y advirtió: “Aquí hay suficientes revolucionarios para enfrentar con inteligencia, respeto y en defensa de nuestra constitución, pero también con energía y valor, cualquier tipo de manifestación que pretenda destruir a la revolución”.
El gobierno cubano denuncia “un nuevo capítulo de la guerra no convencional” que Estados Unidos ha ejecutado en países como Yugoslavia, Ucrania, Nicaragua, Venezuela, entre otros. El uso de las redes sociales, y las herramientas de las nuevas tecnologías cumplen un papel central en la organización de los eventos que luego pretenden aparecer en medios de comunicación como espontáneos. De ésta manera, el malestar social y las demandas legítimas terminan siendo utilizadas como herramientas para lograr una situación de caos interno.
(*) Periodista licenciada de la UNDAV, trabajadora de Radio Gráfica.
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