Por Carlos Aira *
Sus apodos son más conocidos que sus nombres. El Monumental, La Bombonera, El Cilindro, El Gasómetro o la Caldera del Diablo. Vivir una tarde de fútbol en sus entrañas de cemento tal vez sea el sueño de muchísimos argentinos y amantes del fútbol en todo el mundo. ¿Pero si los llamamos por su nombre tienen el mismo impacto? Pero si decimos de ir al Antonio Vespucio Liberti, Alberto José Armando, Presidente Perón, Pedro Bidegain o Libertadores de América, tal vez el impacto no sea el mismo. Cada estadio tiene su nombre, y en muchos casos, esos pueden resultar extraños o distantes. Pero todos tienen su historia y su explicación.
El templo xeneize fue inaugurado el 25 de mayo de 1940. Una obra de ingenieria magnífica pergeñada por el esloveno Victor Sulcic. Curiosamente, el estadio no fue bautizado hasta el 20 de abril de 1986. Esa tarde, última fecha de la temporada 1985/86, la dirigencia oficializó el nombre de Camilo Cichero, presidente del club entre 1937 y 1938, e impulsor de la gran obra. Pero en 2000, Mauricio Macri decidió un cambio de nombre. Enfrentado con Pablo Abbatángelo, histórico dirigente de la agrupación La Bombonera, el ex-presidente cambió el nombre por Alberto Armando, el presidente que quiso dejar la Bombonera detrás del mítico proyecto del estadio en Costanera Sur.
En el estadio Monumental, nuestro fútbol se consagró por primera vez campeón del mundo. La casa de River Plate tiene el nombre de Antonio Vespucio Liberti. ¿Pero quien fue éste dirigente para que su nombre trascienda más allá de todas las glorias deportivas que vistieron la banda roja? Liberti fue un dirigente fundamental en la historia de River Plate. A partir de 1933 llevó adelante una profunda transformación institucional. Responsable de las contrataciones de Carlos Peucelle y Bernabé Ferreyra, por ende, del apodo de Millonarios. Fue también el propulsor de una necesaria mudanza. Hacia 1935, la aristocrática cancha de Alvear y Tagle tenía las horas contadas. La Municipalidad le había puesto punto final y era necesario construir un nuevo club y estadio. Liberti eligió unos terrenos anegadizos junto al río en la zona norte de la ciudad. El 26 de mayo de 1938 se inauguró alló el Estadio Monumental.
El Cilindro de Avellaneda nació de una necesidad. En 1946, el estadio de madera había quedado obsoleto. La Comisión Directiva de Racing Club pidió un préstamo provincial para la construcción de un estadio impresionante. El mismo fue gestionado por el ministro de Hacienda Ramón Cereijo, fanático hincha de la Academia.
Entre 1947 y 1950 se construyó un estadio de geometría y visual perfecta. El estadio tenía como objetivo ser sede de los Juegos Panamericanos de 1951 y los posibles Juegos Olímpicos de 1956. Pocos días antes de su inauguración, el propio presidente Juan Domingo Perón recorrió las obras. Ante la atenta mirada del plantel, el General – acompañado por Raúl Apold – se quejó por falta de pista de atletismo…
El 3 de septiembre de 1950 Racing inauguró el maravilloso Cilindro de Avellaneda. La dirigencia decidió que el mismo fuera bautizado con el nombre de su benefactor. Por eso el estadio tiene el nombre Presidente Perón.
DIRIGENTES, ESOS GRANDES HOMENAJEADOS
San Lorenzo fue dueño del maravilloso Gasómetro de Avenida La Plata. Templo del fútbol argentino desde su inauguración en 1916 hasta su demolición, en 1980.
Luego de una década errante, el Ciclón inauguró su nueva casa en 1993. En un primer momento, el lobby mediático intentó bautizar al estadio con el nombre de Fernando Miele, presidente del club que llevó adelante la obra. El debate interno fue muy fuerte. Finalmente, se decidió que el nuevo estadio sea bautizado con el nombre de Pedro Bidegain. Histórico dirigente del club, diputado radical yrigoyenista, fue quién impulsó el crecimiento del histórico Gasómetro a partir de 1929.
Alguna vez escribí en «De Galera y Bastón» de la Agencia Télam este párrafo que da cuenta de la simbiosis José Amalfitani y Vélez Sársfield:
En 1942, Vélez Sarsfield le compró al Ferrocarril Oeste, perteneciente a la británica The Buenos Aires Western Railway Limited, el actual terreno donde se erige el club.
Aquel solar era una ciénaga espantosa. Era imperioso rellenarla. Como la Municipalidad trabajaba en el entubamiento del arroyo Maldonado, sobre la avenida Juan B. Justo circulaban constantemente camiones sacando tierra. Pepe montaba guardia, detectando los vehículos que venían desde General Paz. Acompañado por otros socios, impartía instrucciones con su habitual vehemencia.
Sus gritos se escuchaban a la distancia: “¿Y vos que hacés acá? ¡Andá y parate en esa esquina, otario!” otras dulzuras: “¡Apurate que se nos escapan los camiones, carajo! Una vez que frenaban un camión con tierra, convencían al camionero para que dejara la carga en el club. Cuando algún transportista reclamaba un mango, Amalfitani los aflojaba diciéndole: “Mirá, estamos haciendo la nueva cancha de Vélez. Vos vas a tener platea gratis para toda tu familia ¿Cómo te llamás?”
“Los ladrillos son más importantes que los campeonatos” declaró a comienzos de los ´60. En 1967, cuando el estadio ya era una mole de concreto, Don Pepe reflexionó: “Si nosotros decidiéramos salir campeones, podríamos hacerlo, pero jamás tendríamos el estadio que actualmente disfrutamos”.
Uno de los estadios más hermosos del país lo tiene el Club Atlético Huracán. Ubicado en Alcorta y Luna, corazón de Parque de los Patricios, su nombre es Palacio Tomás Adolfo Ducó. ¿Pero quien fue Ducó?
Militar de carrera, fanático del Globo desde su adolescencia. En 1931, mandó a buscar a un conscripto desconocido llamado Herminio Masantonio a su domicilio en Ensenada. Presidente del club en forma casi ininterrumpida entre 1938 y 1954, Ducó fue quién llevó adelante las obras que cambiaron las maderas por el cemento.
Las obras se iniciaron en 1942 y finalizaron en 1949. En un primer momento, el estadio se llamó Jorge Newbery. Con el fallecimiento de Ducó, en 1964, los socios decidieron cambiar el nombre del estadio. Así fue que el 23 de septiembre de 1967, el estadio de Alcorta y Luna lleva el nombre de Estadio Tomás Adolfo Ducó.
Uno de los dirigentes más controversiales del fútbol argentino fue Florencio Sola. Presidente de Banfield entre 1938 y 1954. Su figura estuvo ligada a los negocios espurios. No sólo porque heredó una red de juego que había regenteado su padre – Félix Solá -, sino también porque llevó, en forma comprobada, dos acciones dolosas.
En 1939 se comprobó el soborno a varios jugadores de Barracas Central. A pesar de la condena, AFA no impidió el ascenso del equipo a Primera División. En 1944, Banfield intentó comprar a Sebastián Gualco, arquero de Ferro, por intermedio de un periodista de Crítica. AFA decidió sancionar de por vida a Sola. Dos años después le fue levantada la suspensión y ejerció la presidencia del club hasta 1954.
Conocido popularmente como el Lencho Sola, el Club Atlético Banfield decidió bautizar con su nombre – a pesar de sus pergaminos – ya que fue el presidente que llevó adelante su inauguración en 1940 y partícipe de la histórica campaña de 1951.
Inaugurado el 2 de enero de 1915, el estadio de Ferro Carril Oeste tiene el honor de ser el más antiguo del ámbito porteño. Un histórico templo de madera reconvertido, en los últimos años, al cemento. El nombre oficial del estadio es Arquitecto Ricardo Etcheverri. ¿Pero quién fue? Vicepresidente histórico del club durante décadas. Fue quién llevó adelante el desarrollo arquitectónico de una joya del fútbol argentino: la platea de cemento con su techado parabólico curvo. En 1995 se oficializó el nombre del estadio.
Uno de los primeros estadios de cemento está en Mendoza. Independiente Rivadavia lo inauguró en 1925. Ubicado en pleno Parque San Martín, el Gargantini es uno de los escenarios más tradicionales del fútbol cuyano. ¿Pero quién fue Juan Bautista Gargantini? Fue el presidente del club cuando llevó adelante las obras de construcción del estadio. Los Gargantini eran dueños de las bodegas Giol. Polìtico y presidente del club cuando se inauguró el estadio que aun conserva, como un detalle de época, la bellísima platea original, que ya tiene un siglo.
60 y 118 es uno de los escenarios más tradicionales del fútbol argentino. El Bosque platense. Casa de Gimnasia y Esgrima La Plata desde 1924. ¿Pero quién fue Juan Carmelo Zerillo, quién le brindó su nombre al estadio? Radical yrigoyenista, presidente del club platense entre 1929 y 1931, fue quién llevó adelante las primeras obras de ampliación del estadio a través de un empréstito del gobierno provincial. Por eso el homenaje.
León Kolbowsky nació en Baronowcz, Polonia. Llegó al país en 1928, y como tantos emigrantes de la Europa oriental, se instaló en Villa Crespo. Dedicado al mundo del cooperativismo, llegó a la presidencia del Club Atlético Atlanta en 1959. Fue una época dorada para los bohemios: en 1960 inauguraron su nuevo estadio y ganaron la Copa Suecia. El famoso Atlanta de los Claveles, con Carlos Griguol, Luis Artime, Néstor Errea, Alberto González y Hugo Gatti. Dejó la presidencia en 1969. Con los años, su figura quedó reflejada en el nombre del estadio de la calle Humboldt.
Alfredo Martín Beranger es el hombre fundamental en la historia del Club Atlético Temperley. Presidente entre 1919 y 1922. Fue quién consiguió los terrenos, ubicados en Av. 9 de Julio entre Dorrego y Brandsen, donde comenzó a edificarse el estadio.
Beranger fue asesinado el 29 de marzo de 1923 por un empleado del Ferrocarril que iba a ser desalojado de los terrenos donde se estaba edificando el estadio. El 17 de ese año se dispuso bautizar con su nombre al campo de deportes con su nombre, que finalmente sucedió el 13 de abril de 1924.
Estudiantes de La Plata reinauguró su estadio de 1 y 55 el 9 de noviembre de 2019. Durante casi 15 años, el club platense mantuvo su localía alejado de su histórica querencia. ¿Pero quién fue Jorge Luis Hirschi, nombre del histórico estadio pincharrata? Médico platense, futbolista campeón del torneo de 1913, fue presidente del club entre 1927 y 1932, años en los cuales descollaron los míticos Profesores. En 1932, fue Intendente de la capital provincial.
¿Otros estadios que tienen nombres de dirigentes? Roberto Natalio Carminatti (Olimpo de Bahía Blanca), Eduardo Gallardón (Los Andes), José Fierro (Atlético Tucumán), Francisco Urbano (Deportivo Morón), José Dellagiovanna (Tigre), Juan Alberto García (Chaco For Ever), Ingeniero Hilario Sánchez (San Martín de San Juan), Miguel Sancho (Racing de Córdoba), Julio Humberto Grondona (Arsenal), Claudio Tapia (Barracas Central), Osvaldo Balleto (San Telmo), Norberto Tomaghello (Defensa y Justicia) entre otros…
JUGADORES. OTROS HOMENAJEADOS
Inaugurado en 1978, el estadio Mundialista de Córdoba fue bautizado Chateau Carreras, paraje donde se edificó el estadio, diez kilómetros al norte de la ciudad capital. Con los años se lo rebautizó Estadio Olímpico. Finalmente, en 2010, de cara a la profunda remodelación de cara a la Copa América 2011, pasó a tener el icónico nombre de Mario Alberto Kempes, en homenaje al futbolista cordobés más representativo de la historia. Cada tribuna fue bautizada con el nombre de un ídolo representativo de los clubes más populares de la provincia: Daniel Willington (Talleres), Luis Fabián Artime (Belgrano), Roberto Gasparini (Racing) y Osvaldo César Ardiles (Instituto).
En 1929 se inauguró el cemento rojinegro en el Parque de la Independencia rosarino. Luego de las enormes obras efectuadas entre 1996 y 1997, el estadio de Newell´s Old Boys cambió su fisonomía. Conocido como el Coloso del Parque, el 22 de diciembre de 2009 cambió su nombre por Estadio Marcelo Alberto Bielsa, homenaje al jugador surgido en el club, entrenador de sus divisiones inferiores, campeón con el plantel profesional del Campeonato 1990/91 y Clausura 1992.
Julio César Villagra fue un enorme talento del fútbol cordobés. Llegó a Belgrano en 1982. Dueño de la 10 celeste hasta que la dirigencia le dio salida en 1992. Una profunda depresión lo llevó a tomar una determinación sin retorno. El 13 de septiembre de 1993 se suicidó. El ídolo al cual el club nunca cuidó. Al cumplirse 20 años de su partida, Belgrano saldó una deuda emotiva rebautizando al Gigante del Barrio Alberdi como Estadio Julio Villagra.
Si la Asociación Atlética Argentinos Juniors es el Semillero del Mundo, Diego Armando Maradona fue su flor más bonita. Desde su debut, el 20 de octubre de 1976, hasta su salida, en febrero de 1981, Diego fue un emblema de los Bichos Colorados de La Paternal. El estadio de Juan Agustín García y Boyacá estuvo cerrado al fútbol profesional entre 1984 y 2003. Reconstruido, fue reinaugurado el 26 de diciembre de 2003 con el nombre de nuestro amado Diego de Fiorito.
Gabino Sosa, el Payador de la Redonda, fue el primer gran ídolo del fútbol rosarino. Figura de Central Córdoba de Rosario, brilló en el fútbol argentino de los años 20 del siglo pasado. Nunca quiso dejar Rosario, tampoco al club de sus amores. Por eso los Charrúas decidieron, en el año 1969, bautizar al estadio del barrio Tablada con su mítico nombre. Justo homenaje a una gloria imperecedera.
José María Minella fue un brillante medio centro marplatense. Pepe descolló en el mítico Gimnasia y Esgrima La Plata del Expreso (las famosas 3M: Montañez, Minella y Miguens). Pasó a River y fue figura eterna. Querido y respetado por su caballerosidad, falleció en 1981. El estadio mundialista marplatense se había inaugurado tres años antes con motivo de la Copa del Mundo. Desde 2005, el máximo recinto deportivo de la ciudad tiene el nombre del crack que fue figura en los años treinta.
Dentro del olimpo sagrado del fútbol argentino, José Manuel Moreno tiene su sitio asegurado. Durante 15 años, fue santo y seña del fútbol argentino. Debutó en River en 1935. Guapo, duro y brillante. Luego de su paso por México, El Charro para todos. Hasta la aparición de Diego Maradona, el mejor futbolista argentino en la historia. Con los años se mudó a la localidad de Merlo. Entrenó a Deportivo Merlo en Primera D. Fue tan grande la simbiosis que el equipo tomó el apodo de Los Charros. Con los años el estadio fue bautizado con su nombre.
José Eduardo Nehin fue un notable futbolista sanjuanino. Figura de Desamparados, fue subcapitan del equipo argentino en la Copa del Mundo 1934. Half derecho, fue requerido por los grandes de Buenos Aires, pero nunca quiso dejar su provincia. El Turco Nehin falleció electrocutado el 16 de diciembre de 1957. El Serpentario, casa de Desamparados, tiene su nombre.
Gimnasia y Esgrima de Mendoza es una de las instituciones más populosas de la provincia. Victor Antonio Legrotaglie es el máximo ídolo del club en su historia. Un jugador diferente. Codiciado por los grandes de Buenos Aires, pero el fuerte arraigo con su tierra impidió su partida. Con su nombre fue bautizado el estadio, ubicado en el Parque General San Martín.
Juan Gilberto Funes fue el máximo referente futbolístico de la provincia de San Luis. Delantero de enorme fuerza. Su carrera fue tan fulgurante como su vida. Surgió en Sarmiento de Junín sin debutar. La rompió en Gimnasia de Mendoza y Millonarios Bogotá. Su cenit fueron los goles que le permitieron a River consagrarse campeón de América 1986. Funes falleció en 1992. En 2003 el gobierno provincial construyó un gran estadio en La Punta. El mismo fue bautizado con su nombre.
Finalmente, un estadio no sólo dedicado a un jugador, sino a equipos completos. La historia del Club Atlético Independiente es tan rica, gloriosa como intensa. Esos puntos de intensidad tuvieron en las míticas Copas Libertadores su punto de máxima explosión. Fueron tres ciclos gloriosos. El primero en los sesenta. Campeón 1964 y 1965. El más intenso en la década siguiente, cuando se consagró tetracampeón 1972, 1973, 1974 y 1975. Finalmente, en 1984 cuando logró por última vez el título continental. Demolida la mítica Doble Visera en 2006. Cuando se inauguró el nuevo estadio, año 2009, la masa societaria del club decidió bautizarlo con ese rasgo distintivo del club. En nombre de todos esos cracks, el estadio fue bautizado Libertadores de América.
LA VIDA POLITICA ARGENTINA, PRESENTE
El estadio Eva Perón de Sarmiento tiene su historia. Juan Duarte fue el hombre que motivó el ingreso del club a AFA. El gran estadio se inauguró en 1951 con préstamos blandos y subsidios estatales. Era lógico que tendría el nombre de la Abanderada de los Humildes. En lo alto de la tribuna popular ubicada frente a las plateas se leía la frase: C.A. SARMIENTO ESTADIO EVA PERON. El nombre de Eva desapareció en 1955. Regresó en 1973 para volver al oscurantismo en 1976. El mismo duró 35 años. Recién en 2011, con gran presión de socios, en el marco de los festejos del centenario del club, el estadio luce orgulloso nuevamente el nombre de Eva Perón.
El Cilindro de Avellaneda tiene el nombre de Presidente Perón. Pero el líder del movimiento popular más importante en la historia argentina también se lo puede leer en Alta Córdoba. El estadio de Instituto tiene el nombre de Juan Domingo Perón. El mismo, inaugurado 1951 se construyó gracias a un subsidio estatal destino a entidades deportivas. De allí el homenaje en forma de nombre.
Conocido popularmente como Gigante de Arroyito, el estadio de Rosario Central tiene el nombre oficial de Estadio Lisandro de la Torre. Rosarino, fundador del Partido Demócrata Progresista, su suicidio en 1939 marcó un mojón importante en la vida política argentina. El estadio centralista tuvo el nombre de Antonio Rodenas, presidente del club en los años setentas. Luego tomó el nombre actual, producto del barrio donde está ubicado el mismo.
El estadio de Colón tiene un apodo inolvidable: Cementerio de Elefantes. Desde su inauguración entre 1946 y 1955 el mismo se llamó Eva Duarte de Perón. Luego del golpe de 1955, el mismo fue bautizado Brigadier Estanislao López. Ahora, ¿Quén fue este militar quién le da nombre al estadio rojinegro? Nacido en Santa Fe en 1786, fue caudillo provincial en la guerra de Independencia, vital en la unificación nacional en los años posteriores.
Durante los años de Deportivo Mandiyú y Huracán Corrientes en Primera División, el gran público futbolero nacional se habituó a escuchar un nombre: Estadio José Romero Feris. ¿Quién es el homenajeado? Gobernador provincial entre 1983 y 1987. Luego Senador nacional por el Partido Autonomista Liberal. Hombre que jugó en varios tableros, uno de ellos fue el fútbol, ya que presidió la Federación Correntina de Fútbol y al Club Huracán provincial.
Andrés Guazurarí es uno de los tantos héroes patrios olvidados por la historia porteña. Comandante Andresito. De origen indígena, gobernó la Provincia Grande de las Misiones desde 1811 hasta 1821. El Club Crucero del Norte de Posadas decidió bautizar con su nombre su estadio. En Junio de 2013 se había especulado que fuera rebautizado con el nombre de la entonces presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, algo que la primera mandataria rechazó.
REIVINDICACIONES, ORGULLO BARRIAL, COMUNIDADES Y FECHAS VARIAS
Muchos clubes han decidido bautizar sus estadios con el nombre de la ciudad o barrio al cual pertenecen. Simbiosis ineludibles. El Club Atlético Lanús le dio paso a la madera hacia su actual hermoso estadio con el nombre de la ciudad. Mismo camino eligieron Deportivo Laferrere o FC Midland. En el caso de Quilmes AC sucedió algo muy especial. Desde la inauguración del nuevo estadio – año 1995 – hasta 2016, el estadio se llamó Centenario José Luis Meizner. En la actualidad, su nombre es Centenario Ciudad de Quilmes.Por su parte, Nueva Chicago se animó a dar un paso más bautizando su cancha como República de Mataderos.
Otros ejemplos son aquellos clubes que se aquerenciaron con una tierra que no fue la natal. Platense tiene su Ciudad de Vicente López en homenaje a la localidad que acobijó su nueva casa. Lo mismo que Estudiantes de Buenos Aires, con su Ciudad de Caseros; o su clásico rival, Almagro, quién tiene su casa en José Ingenieros, partido de Tres de Febrero, nombre de su coqueto estadio.
Las comunidades que colaboraron en el forjamiento de nuestra identidad cultural también están presentes. Deportivo Español construyó el Estadio Nueva España. Por su parte, Deportivo Italiano construyó su estadio en Ezeiza al cual bautizó República de Italia. Deportivo Armenio tuvo dos años de Primera División entre 1987 y 1989. Recién en 1993 inauguró campo propio, al cual bautizó Estadio Armenia. Finalmente, el Club Sportivo Dock Sud fue mucho más amplio. Barriada donde confluyeron inmigrantes de todos los lugares del mundo, su estadio es De los Inmigrantes.
Las fechas están presente. Unión de Santa Fe tiene su 15 de Abril, fecha en la cual fue inaugurado su estadio en 1929. Gimnasia de Jujuy tiene el 23 de Agosto, haciendo honor al Éxodo jujeño de 1812. Por su parte, el estadio de Tristán Suárez es el 20 de Octubre, fecha en la cual se celebra la creación del municipio de Ezeiza. Fundado el 12 de Octubre de 1921, Defensores de Cambaceres tomó aquella fecha para bautizar su estadio.
Las Islas Malvinas son una histórica reivindicación nacional. El estadio mundialista de Mendoza fue bautizado Malvinas Argentinas. All Boys es el corazón de Floresta. El estadio de la calle Alvarez Jonte tiene el nombre Islas Malvinas. Durante años, el estadio de Newells Old Boys se había bautizado 2 de Abril, una clara muestra de nacionalismo de un club con cuna británica.
El mundo del fútbol también está atravesado por la religión católica. El Club Patronato de Paraná tiene una fuerte raíz confesional. Por eso no debe sospechar que su estadio tenga el nombre del Prebistero Bartolomé Grella en homenaje al fundador del club. El estadio más importante de Salta es el Padre Ernesto Martearena, cura párroco de la ciudad. Su asesinato, a días de la inauguración del estadio en 2001, conmocionó a la provincia. De allí la decisión de homenajearlo. Por su parte, otro club ligado a la iglesia es Juventud Antoniana. El Estadio Fray Honorato Pistoia homenajea a un cura franciscano italiano, exiliado en Salta durante la segunda guerra mundial, que se transformó en hincha fanático de los santos.
Inaugurado el 4 de marzo de 2021, el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero es un estadio de primer orden a nivel nacional. El nombre elegido es homenaje a la ciudad de Santiago del Estero, que al ser la más antigua del país – fue fundada el 25 de julio de 1553 – tiene el nombre de Madre de Ciudades.
PARA EL FINAL: LOS NOMBRES MÁS LLAMATIVOS
¿Quien fue Norman Lee, nombre que le da al estadio de la Asociación Deportiva Berazategui? Norman Lee fue el primer distribuidor de la bebida estadounidense en Argentina. Establecido en zona de Ranelagh, la familia Lee donó los terrenos para la construcción del estadio. De allí el nombre del club. Pocos saben la ligazón entre los naranjas y Coca Cola.
Finalmente, el Carlos V de Flandria quedó para el final. ¿Porque un estadio argentino tiene el nombre de el Rey del Sacro Imperio Románo Germánico (También Carlos I de España)?. La explicación es migratoria. En Jauregui se instaló una importante cantidad de colonos belgas. Mas precisamente, de la zona de Flandes. Fue el empresario algodonero de origen belga Julio Steverlynck quién activó la zona y motivó la fundación del Club Social y Deportivo Flandria. Entendiendo que Bélgica y España eran las Madres Patrias de esta tierra, la dirigencia de Flandria decidió bautizar su estadio con el nombre que conjugaba ambas tierras. Realmente increíble: un rey europeo medieval en el nombre de una cancha argentina.
- Periodista. Conductor de Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs) Por Radio Gráfica FM 89.3
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