“El mito dice que la población afro desapareció por las guerras y la fiebre amarilla”

Sandra se define lesbiana y feminista. Lidera además el grupo de mujeres Matambas. Entrevistada por Úrsula Asta y Valeria Rodríguez, explicó: “El racismo tiene que ver con la educación, con la justicia y con todos los estamentos que de alguna forma están en relación a un Estado-Nación. En la Constitución Nacional de 1853 se plantea que la inmigración que desean es la europea. Pero en 1994 se podría haber cambiado ese artículo y no se hizo. Entonces esa visión sigue vigente”.

“Hay una producción literaria respecto a la reconstrucción de la historia de los afrodescendientes y que ni siquiera nos llega a nosotros. Muchos creemos que es una negación que deviene de que no asumen el hecho de haber participado en la trata esclavista. Argentina como Uruguay fue un lugar de trata, de compra y venta de aquellos que fueron esclavizados. Llegaban al puerto de Montevideo y de Buenos Aires para ser trasladados hasta las minas de Potosí. En el medio de este camino, la negritud quedó por todos lados. Por lo que entonces lo que sucede es que hay una falta de la verdad en la historia argentina”, continuó.

LAS LLAMADAS DE SAN TELMO, CELEBRACIÓN Y RECUPERACIÓN DE LA HISTORIA

“Las llamadas tienen que ver con un momento de la visualización de los afrodescendientes. La organización de donde vengo tiene varios períodos. La primera como un grupo cultural, luego una comparsa y, por último, el grupo de cultura afrodescendiente”, expresó.

“En el primer período, en 1996, muere asesinado por la policía, a golpes y patadas, José Delfín Acosta Martínez. En ese momento no pedían ni los antecedentes, si te querían llevar, te llevaban. El caso de José marcó un antes y un después. Se habían agotado todas las instancias amistosas. Ahora este hecho está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en Costa Rica, para resolución. La Corte pidió una exposición de lo sucedido en donde es claro que el Estado es el responsable. Recuerden que nosotros somos nombrados como afrodescendientes a partir del 2001, cuando se hace la cumbre en Durban, Sudáfrica. En 1996 no éramos nombrados como afrodescendientes y con derechos humanos sino que éramos ´los negros´, la negritud”, expresó la activista.

“La llamadas entonces devienen de que en el año 2000, su hermano organiza unas comparsas. Desfilan desde el pasaje San Lorenzo, como otros espacios territoriales dentro de la Ciudad de Buenos Aires que tienen que ver con la negritud. En la época colonial, los negros vinieron y habitaron la zona de San Telmo. El mito dice que esa población desapareció por las guerras o la fiebre amarilla. Pero quedaron las mujeres, así que no es como cuenta la historia oficial, la misma que se cuenta en los colegios y en los libros de historia”, siguió.

“Los candombe se realizaban en la calle Defensa y tenían una conjunción con las diferentes iglesias. Si observan en el barrio del casco histórico, cada diez cuadras hay una iglesia. Están todas conectadas por túneles y pasadizos. Eso tiene que ver además con la trata de los negros que pasaban por ahí”, agregó.

DÍA DE LA AFROARGENTINIDAD Y LA CULTURA AFRO

Siguiendo la lógica sobre la necesidad de hacerse visible, se instauró el 8 de noviembre como el Día Nacional de los afroargentinos, las afroargentinas y la Cultura Afro. “Necesitamos visualización y darnos el lugar que tenemos en la historia, que se nos negó en la construcción de ese Estado-Nación donde no se habla de los negros. El 8 de noviembre es en conmemoración a María Remedios del Valle Rosas, combatiente afrodescendiente. Conocida en la historia por participar en el Ejército de Belgrano. Es interesante ver que todos sabemos quienes el Padre de la Patria. Pero no la Madre, parece que no tiene, como si no hubiesen existido mujeres a las cuales reivindicar. Por eso cuando pensamos qué día elegir como el día que nos represente y visibilice, pensamos en ella que representa a los afroargentinos y a la historia que no nos han contado”.

“Es por eso que luchamos las organizaciones y grupos de afrodescendientes. Cambiar la currícula que se enseña en las escuelas es fundamental. Hoy hay más de 50 grupos, pero no todos ellos están trabajando en pos de los Derechos Humanos. Una manera de visibilizar la lucha por esos derechos es el candombe”, explicó.

MUJERES AFRO Y FEMINISMO

“Nosotras las mujeres negras llegamos a un primer Encuentro Nacional de Mujeres en 2016, después de 31 encuentros. Nos llevó ese tiempo el lograr tener nuestro taller y presencia. Yo como lesbiana podría haber ido a los 18 años, pero qué sentido tiene como mujer negra, estar en un encuentro donde no están mis compañeras, sin un empoderamiento que sea colectivo. Y eso es lo que pasa, que colectivamente venimos de los lugares más empobrecidos, de racismo estructural, de opresión de género”.

“Al feminismo le faltaba lo que llamamos interseccionalidad y en este sentido también hablo de nosotras respecto a las mujeres negras y las compañeras indígenas. El feminismo hegemónico, blanco, habla por nosotras, dice por nosotras y no visibiliza el nosotras. A partir de la participación en el encuentro, pudimos participar de otros espacios como el Ni Una Menos, el 8 de marzo y tiene que ver con el aporte de las mujeres afrodescendientes e indígenas y con el hecho de que no pueden seguir tutelando nuestra voz”, resaltó.

RACISMO INSTITUCIONAL

“Tenemos un espacio en San Telmo, en Defensa al 500, que el gobierno de la ciudad nos sacó. Anteriormente estábamos en la calle Herrera y tras un juicio, por parte de un particular, fuimos desalojados. Le dábamos asilo a 60 personas. En ese momento lo único que pudimos recuperar fue la parte cultural. Conseguimos un subsidio para las personas que allí vivían. Realizamos un juicio contra el Gobierno de la Ciudad por racismo institucional, a partir del cual un juez ordenó una cautelar por la cual nos trasladan al espacio donde estábamos en Defensa. Pero nos clausuraron desde la Agencia Gubernamental de Control y hasta hoy no se levantó la clausura. De 2010 hasta 2017, jamás recibimos un subsidio por parte de la ciudad. Nos dicen que quieren hacer una puesta en valor, es decir, remodelar y renovar el espacio pero no se cuál es la situación real”.

JM/UA/LM/RG