El periodista Martín Piqué analizó en La Señal, el resultado electoral que dio el triunfo al Frente de Todos y expresó “fue un resultado histórico, más del 48% de los votos para el Peronismo está dentro de las grandes elecciones del Movimiento Nacional Justicialista, junto a sus aliados”.
Entrevistado por Gabriel Fernández, el periodista dijo que “no hay que minimizar una importante elección contra poderes fácticos, con actores internacionales involucrados en intentar sostener la gobernabilidad macrista- el crédito que le dio el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y esa asistencia sin ninguna lógica racional , el apoyo unilateral y explícito de la adminsitración Trump e incluso hasta países de Europa y de la región. Había no solo una coalición política, sino muchos factores de peso y eso nos tiene que llevar a dimensionar la enorme victoria que tuvimos”.
En relación a los rumores de un posible fraude, Piqué sostuvo “hubo una suerte de efecto hormiga. Quiere decir, una fiscalización más agresiva y picardías con el padrón para que la gente no pudiera votar en las zonas más favorables al peronismo. Ese tipo de cosas llevan a que tu rival rebusque tantos votos como sucedió de las PASO a las generales. Y sobre el funcionamiento de Smartmatic, lo que está claro es que existió una carga diferenciada, que en los centros urbanos más antiperonistas se computaron casi el 95% de sus votos, mientras la Provincia de Buenos Aires venía a otro ritmo”.
Agregó que “circuló como información en el Juzgado de Servini que se buscaba retrasar la carga de la Provincia de Buenos Aires para después de la medianoche, mucho más tarde que la propia carga de datos de los Data Enter y Smartmatic podía permitir. En realidad la Justicia eElectoral no supervisa el escrutinio provisorio, sino el definitivo. Creo que hubo algo que no fue muy significativo”.
Sobre el 40% de Mauricio Macri, el periodista de Vayan a Laburar por AM 750 analizó: “si uno lo compara con la elección del 2007. La elección después del primer mandato de Néstor, cuando se presenta Cristina, que saca alrededor del 47%, el universo no peronista estaba dividido y ahora está unido- por eso hay 40 puntos. La figura de Mauricio Macri ha logrado representar y sintetizar ese número. La Argentina, culturalmente y socialmente, tiene un fuerte componente antiperonista. Intentar analizar la realidad en términos de categorías más tradicionales al estilo europeo izquierda- derecha es un error”.
“El antiperonismo –añadió– puede ser progresista liberal, en su estética pero antiperonismo al fin, o puede ser antiperonismo neoliberal- territorial- consevador y muy de derecha en sus formas. Para mí, lo que logró Macri fue una suerte de adelantamiento del ballotage, representar el contraste que tiene Cristina y que tiene el peronismo que es ese 40%. Después, hay que evaluar que llegamos a las elecciones generales con la base electoral del antiperonismo movilizado y el peronismo no”.
Añadió “el adversario movilizado logra cierta épica y, entonces, hacés una administración de lo que leés como una cómoda victoria. Siempre eso es mal consejero. Quizás en esta situación tan delicada de la Argentina, había razones que te podían llevar a ese escenario. Pero el macrismo hizo esa campaña con mucha participación espontánea y bastante inorgánica. Mientras las apariciones de los candidatos del Frente de Todos fueron mucho más puntuales, con menos desorden en la calle, con menos caravana. Y algo que me gusta, y la historia lo demuestra, es que el peronismo cada vez que volvió lo hizo a caballo en una oleada popular, incluso con Menen en el 89 recorriendo el país con el menemóvil y generando una expectativa que después traicionó. Con el pueblo en la calle se logra una potencia y una mística”.
Y enfatizó “creo que le dejamos la movilización a la derecha, al antiperonismo y nosotros tuvimos encuentros puntuales. Nuestra base social tenía como una especie de participación a media máquina, no hubo un fervor, un jugarnos la vida. Sobre todo si el otro se queda con la mística y la épica”.
En relación al planteamiento- del Frente de Todos- que convoca a disolver la grieta, el columnista de Tiempo Argentino señaló “esa convocatoria a gobernar para todos, la hacen todos los políticos inteligentes porque quieren ampliar su mayoría. Una de las clases de construcción de hegemonía- en términos gramscianos- es construir la idea, que los intereses de un sector o clase social (que nunca es la totalidad) son los intereses de todos. Si nosotros representamos a toda la Nación, hay un poco de esa búsqueda y de esa posición hegemónica que es la clave de toda acción política”.
En la misma línea, sintetizó “el disolver la grieta desde el discurso político está bien, el problema es creer que efectivamente la vas a disolver y vamos a representar a todos. La grieta es histórica y se ha mantenido a lo largo del tiempo con ligeras adaptaciones. Sino, no se entiende ese 40% después de un mandato desastroso de Macri”.
“Entonces, para mí, tiene que hablarle a los propios. El peronismo y sus aliados tienen un electorado histórico que son los trabajadores, la clase media empobrecida y los pequeños empresarios, con el proyecto económico que representa la industrialización del país. Es un riesgo dirigirte con un mensaje a los que nunca te van a votar, porque en algunas circunstancias te pueden llegar a odiar”; puntualizó el periodista.
Además, Piqué hizo hincapié en los discursos que llama “ingenuos” que proponen desaparecer la grieta “creo que se puede tratar de atenuarla y no profundizarla pero hay una fractura cultural y social que se ha sostenido a través del tiempo. No existe un único electorado”.
LI/GF/RG
Discusión acerca de esta noticia