En esta ocasión nos adentramos en informaciones surgidas en nuestro vecindario. La comprensión del volumen económico regional ayuda a pensar las políticas necesarias. Varios encontronazos ayudan a precaverse de futuros traspiés. Luiz Inacio Lula da Silva
Por Gabriel Fernández *
América latina atraviesa un período de esperanza y tensión. Aunque el sendero transformador que se abre en distintos espacios del planeta la involucran, los tropiezos resultan frecuentes y las reyertas internas entre los sectores populares son funcionales al hostigamiento del poder concentrado. Vale detenerse en tres de las naciones cercanas al territorio argentino: Bolivia, Uruguay y Brasil. Con pespuntes hacia otras direcciones.
BOLIVIA. Como el lector recuerda, el 26 de junio pasado, el gobierno de Luis Arce enfrentaba en Bolivia una nueva asonada militar, que profundizó los contrastes que se venían suscitando dentro del Movimiento Al Socialismo, la corriente oficialista, por la puja entre el presidente de la nación y el ex jefe de Estado, Evo Morales. Se registraron imputaciones graves: compañeros de Evo indicaron que podía tratarse de un autogolpe, en tanto voceros de Arce hicieron circular que su adversario interno estaba involucrado en la movida.
Los chisporroteos pueden dañar hondas transformaciones desplegadas por los gobiernos populares desde que Evo asumió en 2006. La contienda aparece regida por discrepancias en torno del intento del dirigente cocalero de retornar a la presidencia. La nueva ofensiva de Lucho Arce se registró el día de la Independencia, cuando el mandatario, mediante un discurso desde la Casa de la Libertad, en la ciudad de Sucre, propuso la realización de un referéndum para que el pueblo boliviano decida si Morales queda autorizado a intentar a un nuevo mandato.
Atenti que eso no es todo. La consulta incluirá, entre otros temas, la cantidad de escaños parlamentarios, los subsidios a los combustibles, y varios puntos referidos a la institucionalidad del país. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, tras la propuesta de Arce, salió a fundamentar la idea: “Que sea el pueblo el que decida, es con el pueblo con quien vamos a tomar las decisiones”, Agregó que un eventual referéndum puede evitar que las diferencias internas sean “instrumentos de confrontación”. Asimismo envió un mensaje al evismo: “No estamos pensando en cálculos electorales (…) Busquemos dar una solución estructural”.
Varios factores quedaron fuera del perfil informativo. Se sabe que hay un par de dirigentes continentales siempre atentos a contribuir en la resolución de roces semejantes. Uno de ellos es Luiz Inacio Lula da Silva. Al percibir los desajustes, el presidente brasileño viajó a Santa Cruz de la Sierra para reunirse con su par del altiplano. Lula desarrolla una acción destinada a evitar la ruptura integral, lo que hasta el momento parece inevitable. El brasileño, primero, se situó: condenó el intento de golpe y lo comparó con los episodios que él mismo debió padecer en enero de 2023, poco después de haber asumido. La postura se asemeja a un respaldo para Arce, porque contradice la postura de Evo sobre un presunto “autogolpe” del actual gobierno.
Pero, según deslizaron Fuentes confiables a este narrador, el mandatario brasileño planteó severas objeciones a la conducción política del MAS, con Arce a la cabeza, por no agotar los pasos para evitar el desgarro. También objetó varias medidas económicas del gobierno, con el afán de coordinar las políticas energéticas del sur continental. Y envió un mensaje a Evo, anunciando una reunión destinada a limar las aristas más punzantes con vistas a los comicios del año venidero. Dijo Lula a referentes bolivianos de ambos bandos: “divididos van a perder, y ya sabemos quiénes van a ganar”.
Como sabemos, o deberíamos recordar, la economía de Bolivia posee una enorme dimensión basada en la extracción y exportación de sus recursos naturales, en especial mineros y gasíferos. En los años recientes, el crecimiento promedio del PBI fue de 4,7 %. En ese marco alcanzó superávit fiscal debido sobre todo a las políticas de nacionalización de recursos naturales (hidrocarburos y minería) y otros sectores como telecomunicaciones y energía. El crecimiento insufló un fuerte incremento en la recaudación estatal y desde allí una gran inversión. También aumentó la inversión privada. Y hay más: Bolivia generó ingresos por 10,6 millones de dólares durante el primer semestre de 2024, por la venta de recursos evaporíticos como el carbonato de litio, cloruro de potasio y cloruro de sodio, según informó la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
URUGUAY. El Frente Amplio (FA) se encuentra liderando la intención de voto y el Partido Nacional está perdiendo volumen, según las informaciones más recientes sobre el panorama oriental. Es que allí se avecinan las elecciones, previstas para el domingo 27 de octubre. La alianza de izquierda está logrando un 46,10 con la fórmula Yamandú Orsi-Carolina Cosse. El cuadro de situación es positivo para la vertiente con referencia histórica en el Pepe Mujica: en caso de una probable segunda vuelta también se impondría el espacio opositor con un 52 por ciento.
El oficialista Partido Nacional (Blanco) competirá portando en sus nóminas al ex secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado y a la ex sindicalista Valeria Ripoll.
Según los datos aportados por los relevamientos, si los comicios fueran el próximo domingo, el Frente Amplio sería el partido más votado con el apuntado 46,10% seguido por un 25,3% que manifiesta su apoyo al Partido Nacional, y el 9,7% al Partido Colorado. En cuarto lugar se posiciona Cabildo Abierto, que acumula el 1,3% de las preferencias, y el 2,6% de la población señaló a otros partidos políticos. El 14% de los orientales indicó que no sabe o prefiere no responder a qué partido político votaría si las elecciones fueran esta semana.
Por otra parte, si se comparan estos registros con la última medición se destaca el decrecimiento en los apoyos hacia el actual partido de gobierno, que cae 7% en su intención de voto, mientras crece levemente la preferencia hacia el frenteamplismo, de 4,6%. A su vez, 4 de cada 10 personas indecisas señalan acuerdo con alguno de los dos partidos con mayor intención de voto: mientras que el 19,9% indica su simpatía por el Frente Amplio, el 18,6% se inclina por el Partido Nacional. En tanto, un 8,3% simpatiza en mayor medida por el Partido Colorado, y un 5,1% por el Partido Independiente (socialdemócrata).
Como curiosidad, los indecisos manifiestan mayor rechazo al Frente Amplio (28,9%), seguido por Cabildo Abierto (17%), mientras el Partido Nacional padece solo el 6,3%. A partir de allí es posible enfocar algunos procesos de valor a medida que se acerca la fecha de las urnas. Al consultarse si a partir de los resultados de las elecciones internas y la definición de las fórmulas había cambiado su intención de voto, el 83,5% señaló que no lo había hecho, mientras que un 11,7% indicó que sí. Además, un 4,8% indicó que no sabía o prefería no responder.
Por el contrario, los resultados marcan que más de 1 de cada 10 personas encuestadas manifestó haber modificado su intención de voto tras las elecciones internas. En ese sentido, casi la mitad (el 48,3%) señaló que votaba al Partido Nacional y ahora no lo votará. En tanto, el 14,9% señaló que votaba al Frente Amplio y ya no lo votará. Por otra parte, el 7,5% manifiesta que prefería a otro partido y ya no lo votará, mientras que el 5% dijo votar al Partido Colorado y ya no lo hará. Alta volatilidad, ¿no?
La definición parece llegar en este indicador: al consultar a la población uruguaya quién considera, más allá de sus preferencias personales quien será el próximo presidente el 60,4% señala a Yamandú Orsi, el 31,3% a Álvaro Delgado y 5,6% a Ándres Ojeda. Pero quién sabe. Lo esencial es palpable en el bolsillo. Veamos.
El Banco Mundial (BM) corrigió al alza sus proyecciones para este año y para 2025 en el informe “Perspectivas económicas mundiales”. En este informe presentó su análisis de la situación económica global, así como la de América latina y el Caribe. Bueno, nada de “paisito”: posicionó a Uruguay como la nación más destacada del subcontinente en 2024 gracias a su PBI per cápita de 18,109 dólares.
La entidad financiera colocó al país sudamericano por delante de naciones importantes en la zona. Referencia necesaria pese a su origen: de este modo, la Banda es reconocida por su “liderazgo regional en materia de desarrollo económico”. El BM prevé que el PBI celeste crecerá un 3.2% en 2024, lo que representa un aumento de 0.4 puntos porcentuales en comparación con la proyección anterior de junio de 2023. Tomá mate. Esta revisión positiva refleja una mejor perspectiva para la economía uruguaya, impulsada por diversos factores.
Para el año 2025, el BM mantiene una proyección de crecimiento moderado, estimando que el PBI uruguayo aumentará un 2.6%, lo que representa un incremento de 0.2 puntos porcentuales respecto a la previsión anterior. Según los analistas consultados para este texto, el desempeño actual de Uruguay no es fruto del azar, sino el resultado de políticas públicas estables y una visión de mediano plazo. La inversión en desarrollo humano, la mejora de la infraestructura y la diversificación económica han sido pilares fundamentales para el alza. Lo cual significa que no hubo cortes abruptos entre las gestiones, más allá de las diferencias conceptuales de las formaciones políticas que las han impulsado.
Entre las administraciones de Tabaré Vazquez, José Mujica y Luis Lacalle Pou no se registraron cambios bruscos. Eso brindó una serenidad amparada en políticas continuas y previsibles. La reducción en la brecha de precios entre Uruguay y Argentina, registrada desde diciembre de 2023, fue un alivio para numerosos rubros. Varios sectores, y en especial los de los departamentos fronterizos, se vieron damnificados cuando los uruguayos viajaban masivamente para aprovechar precios más asequibles. Los afectados del año pasado viven un repunte en 2024 y esto se refleja en la economía, que muestra un mayor dinamismo.
El Informe de Política Monetaria del Banco Central del Uruguay (BCU) espera que el país crezca en los próximos dos trimestres, tras dejar atrás la fuga del consumo y los impactos negativos de la fuerte sequía que doblegó la zona. La autoridad monetaria asegura que la economía uruguaya “recuperaría su dinamismo en 2024 y 2025″. A los factores adversos del año pasado, se le suma la parada técnica que tuvo la refinería de petróleo de la estatal Ancap y la finalización de las obras de la segunda planta de UPM en Paso de los Toros. La suma de estos elementos “afectaron el crecimiento en 2023″, precisa el BCU.
Y añade (preste atención): “Desde el punto de vista de los componentes de la demanda, las exportaciones netas serían el principal motor de crecimiento en 2024, impulsadas por la reversión de los efectos de la sequía sobre los cultivos y las actividades pecuarias. También contribuiría al alza el gasto privado (que incluye consumo e inversión), al influjo de la recuperación de la masa salarial y la ausencia de la fuga de consumo a Argentina, registrada en 2023″. Claro que se ataja al advertir que “Las previsiones para el 2024 y 2025 están enmarcadas en un alto nivel de incertidumbre, asociado en gran medida al desempeño en la región que presenta desequilibrios macroeconómicos persistentes”.
PIT CNT. Obviamente, la mirada de nuestra gente ofrece variantes. El Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT) y la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) tienen varios puntos razonables para plantear: exigen recrear las condiciones para que la jubilación se concrete a los 60 años; que la jubilación mínima o la pensión por persona tengan un monto equivalente al salario mínimo nacional y, en esa dirección, erradicar el lucro financiero de las AFAP (sistemas semiprivados de jubilación). Más en general, la dirigencia sindical propone “un camino que apunte a un nuevo modo de acumulación distinto al capitalista y dependiente. Consideramos imprescindible abatir la pobreza, los asentamientos; generar las condiciones para la redistribución de la riqueza; la diversificación de la matriz productiva y la centralidad de la política industrial. En vez de la proliferación de Tratados de Libre Comercio, promover la integración profunda de América latina”.
BRASIL. Una aguda esgrima está planteada entre el presidente Lula y el titular del Banco Central brasileño, el bolsonarista Roberto Campos Neto. La política económica del metalúrgico está destinada a fomentar la inversión, y a su través ampliar la producción y el nivel de empleo. Su adversario interior aumenta las tasas de interés para beneficiar a los espacios financieros que poco saben de fábricas y talleres. Un tanto fatigado de empujar el carro con caballos que marchan en distinta dirección, Lula toreó y anunció que piensa postularse otra vez para la presidencia en 2026.
Es decir, acunado por un elevado nivel de popularidad, el creador de la Central Unica de Trabajadores (CUT) considera la posibilidad de arribar a los comicios futuros con más fuerza que la congregada en este tramo, posterior al aluvión liberal de Jair. A quien deseara escuchar, espetó “ustedes son trogloditas fascistas y para que no regresen al gobierno estoy pensando en presentarme nuevamente”. Como se sabe, Lula puede concretar las advertencias. Poco tiempo atrás, encarcelado, las fuerzas reactivas lo creyeron fuera de juego. Hoy no solo orienta la política verdeamarilla; se da el lujo de sugerir la música sub continental.
En octubre se dará una instancia clave, las elecciones municipales, donde el petismo podría recuperar el poder territorial perdido tras el golpe de Estado a Dilma Rousseff en 2016. El Partido dos Trabalhadores (PT) que alcanzó el punto máximo de 632 intendencias en 2012, cayó a 252 en 2020, luego de la embestida bolsonarista. Esos comicios definirán un dinámico equilibrio electoral y proyectarán nuevas figuras en el PT. La cuestión no es menor. Lula, como todo ser humano, sabe que los años transcurren y que, más tarde o más temprano, tendrá que salir del campo de juego.
Por estas horas, la Rede O Globo pretende limar la figura de Lula publicando encuestas según las cuales la mayoría de los brasileños se oponen a esa reelección. Las redes sociales difunden a troche y moche la “información” para instalarla cual verdad. En realidad, es un disparate: quién puede medir lo que sucederá electoralmente dentro de dos años. El vigor político de Lula se asienta en el crecimiento con distribución, y preve sostener la performance de 2023, donde el PBI creció el 3,1% y la desocupación bajó al 7,8%. De allí que la acción del Banco Central merezca evaluarse política y no sólo económica.
Esta labor anti nacional y anti productiva tiene buen anclaje en el Congreso. Desde allí, en acción combinada con los medios, se hostiga la política económica del actual Ministro de Hacienda, Fernando Haddad, quien fuera el candidato del PT en 2018 cuando Lula estaba proscripto fraudulentamente por la maniobra del ex juez y actual Senador Sergio Moro. Haddad padece las presiones de la cúspide económica concentrada para obtener rebajas impositivas y una reorientación de la política fiscal; es que sin tonteras liberales argentinistas, Lula está promoviendo el alza del gasto para acelerar la reactivación.
Pero los errores propios pasan factura. Haddad, con la expresa intención de morigerar los contrastes con los representantes políticos de las corporaciones financieras, anunció que se centraría en el macanazo del “déficit cero”. Desde ya que la promesa resulta incumplible a menos que se admita la ruina económica. Ese tironeo, en el cual los liberales tienen experiencia demagógica (¿en qué gastan nuestros recursos los populistas?), puede resultar importante a lo largo del año venidero. No es la primera equivocación de Haddad en su vida política. La trayectoria de este funcionario da para interesantes consideraciones.
Ahora bien. La cuestión está en saber ubicarse en este fluido planeta. La consolidación de Brasil en el BRICS y la dimensión de la cooperación entre economías gigantes como la suya y la china, brindan perspectivas muy valorables para el devenir. El analista Henrique Altemani de Oliveira historia y proyecta: “Desde el final de la Guerra Fría, China desplazó a Japón como principal socio asiático de Brasil. A pesar del incremento de los lazos económicos, el eje de la relación sigue siendo político: ambos países han desarrollado programas espaciales conjuntos, coinciden en los organismos internacionales y defienden una perspectiva similar de inserción mundial que, sin oponerse de manera frontal a las naciones desarrolladas, se basa en la idea de cooperación Sur-Sur”.
El hombre de Nueva Sociedad lo desarrolla con sentido: “En este contexto, se amplió la conciencia (y la voluntad) política para desarrollar mecanismos que permitan construir asociaciones más ventajosas. China percibe a Brasil como un socio estratégico en el proceso de redefinición del orden internacional y considera que ambos son, todavía, actores intermedios. Esta perspectiva, que se corresponde plenamente con la estrategia brasileña, está basada en el principio de que, pese a sus asimetrías y diferencias, los países del Sur tienen algo en común: operan en un sistema de comercio que privilegia los intereses del Norte, por lo que es necesaria una acción conjunta que modifique esta situación”.
NICARAGUA. Una rareza de interés surgió entre dos naciones que, a la hora de trazar el diseño global, se infieren cercanas. Quizás sea pertinente tomarla en cuenta para anticipar embrollos venideros.
Tiempo atrás, el Papa Francisco conversó con Lula y le pidió que interceda en beneficio del religioso Rolando Álvarez, encarcelado por decisión del gobierno que orienta Daniel Ortega. Quien se posiciona como articulador según puede palparse en zonas previas de este artículo, transmitió la inquietud. De modo automático, el líder histórico del país centroamericano cortó las comunicaciones con el brasileño y asumió una postura defensiva más propia de Chocolatito González que de un amigo fraterno.
Caramba. El sandinista dispuso la expulsión del embajador brasileño Breno Souza da Costa, y la justificó por su ausencia en la conmemoración del 45 aniversario de la Revolución el pasado 19 de julio. Enseguida, el gobierno de Brasil expulsó a la embajadora de Nicaragua, Fulvia Patricia Castro Matus, en “reciprocidad”. Reciprocidad … Pero en vez de regalos, palos.
Como se sabe, Lula tejió una estrecha relación con Ortega desde 1980, cuando el líder brasileño viajó a Managua para el primer aniversario de la Revolución Sandinista, ocasión en la que, además, conoció personalmente a Fidel Castro. El vínculo transcurrió sin conflictos todos estos años. Pero en los últimos meses la relación se deterioró debido a las distancias entre antiguos compañeros nicas de lucha.
El propio Lula explicó la situación el mes pasado, en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Brasilia, en la cual reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que Francisco le pidió que abogue por la situación del obispo detenido. “Conversé con el papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso”, dijo Lula. “Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él”, agregó.
Lula lamentó que eso ocurra con “un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a Somoza” y dijo que hoy no sabe “si esa revolución fue porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo”. Al toque, insertó una noción que debe haber molestado en extremo al gobierno de Ortega: El presidente brasileño se dijo favorable a que en todo país haya “una alternancia en el poder”, porque es “lo más sano” para una democracia.
Según Lula, “cuando un dirigente se pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador”. Es preciso reflexionar sobre el sentido profundo, y sus esquirlas, de la reflexión propuesta por el nada ingenuo partidario del Corinthians.
PANORAMA. Un doloroso informe de la Comisión Económica para América y el Caribe (CEPAL) indica que más de 43 millones de habitantes padecen hambre a lo largo de América latina y el Caribe, y subraya que otros 70 millones de personas no tienen los ingresos indispensables para su alimentación ya que no logran acceder a una canasta básica de alimentos. Por tal motivo se pone de relieve que se trata de una «gravísima crisis de salud pública».
A la vez, detalla puntualmente en una parte del trabajo que la problemática «se acentúa entre las mujeres, la población indígena y los habitantes de zonas rurales». Este periodista se permite incluir a los niños. También establece muy claramente que la carencia responde más a brechas de acceso a los alimentos que a la falta de oferta de un continente pletórico en productos. De hecho, el crecimiento de la actividad económica en toda la región, durante la última década, alcanzó un promedio de 0.8% ciento anual. Aunque se considera una cifra baja, es ascendente.
En el informe se evidencia esta paradoja: con un promedio de 4 dólares diarios, “la región tiene la dieta saludable más cara del mundo”. Son 15 los países con altos números de exportación de alimentos, pero sus sectores productivos son el espejo de las brechas de desigualdad que definen sus economías. Así, conviven altos niveles de desnutrición y obesidad. «La incidencia de la pobreza y pobreza extrema es mayor que hace diez años y esto en gran parte se debe al síndrome de bajo crecimiento que padece la región», plantea el organismo.
Una pena. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), por considerar una entidad que facilita la mensura, posee una superficie total de 20 millones 455 mil 701 kilómetros cuadrados, una población de 722 millones 196 mil 181 personas, un gigantesco PBI de 6,7 billones de dólares. En su interior, contiene todas las variantes alimenticias, todos los recursos naturales (entre ellos, los energéticos) y tres regiones industrializadas (México, Brasil, Argentina). Más al Norte, están los Estados Unidos.
En el Sur, donde se sitúan entre otros los mencionados Bolivia, Uruguay y Brasil, hay un vecino enloquecido. Grita, patalea, rompe el propio hogar. Abre las puertas a los ladrones que merodean y les invita a pasar. En una compulsión sin borde, lee continuamente la red X y se guía por sus postulados filosóficos.
Es la Argentina.
Este narrador piensa que nunca en la historia esta nación tuvo condiciones tan favorables para crecer armónicamente con sus vecinos. Nunca. Por motivos que habrá que dilucidar, ha resuelto replegarse, deprimirse; ha resuelto quebrar.
Vamos con unos mates para combatir el frío y hacer más placentero el subrayado de lo expuesto.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Pinturas Federico Reilly. Uruguay.
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GF
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