Por Tony Aira
Existen tres capitales mundiales del rock and roll: Nueva York, Londres y Buenos Aires. La Reina del Plata llegó al podio corriendo de atrás, impulsada por lo electrizante de su público. Hay historias de bandas históricas, recitales inolvidables y una enorme galería de músicos que convirtieron a nuestra ciudad en un destino fundamental.
Les contaré un suceso increíble, digno de una película, tan porteño que espero les arranque una sonrisa.
El 8 de julio de 1964, los American Beetles cantan en Canal 9. Este show, nacido de una avivada, pasó por mil vueltas y apenas se escuchaba por la tecnología de la época. A pesar de todo, fue el puntapié de largada de nuestra asociación con el rock.
1964 fue el año de la beatlemanía. Los Fabulosos Cuatro de Liverpool irrumpieron en el escenario mundial el 11 de febrero, presentándose en el Show de Ed Sullivan. Después de ese recital, el espectáculo nunca sería igual.
Ese día, en Miami, el dueño de un club llamado Bob Yorey pensó: “¿Por qué no sacar ganancias de la locura que despiertan estos melenudos ingleses?”.
Viendo sus opciones, Yorey reclutó a The Ardells, una banda local. Les hizo firmar un contrato: él sería su mánager, se cambiarían el nombre a “American Beetles” y, por supuesto, tendrían que dejarse el pelo largo.
El destino intervino rápido. A poco de empezar sus shows, el productor Rodolfo Duclos se sentó en una de las mesas. Duclos vio algo interesante, no dudó y, con Yorey, arregló una gira de los “American Beetles” por América Latina.
Duclos (que era porteño) tenía que aprovechar el furor. En el apuro, “olvidó” mencionar el nombre completo de la banda. Así, muchos promotores creyeron que contrataban a los muchachos de Liverpool.
Increíblemente, uno fue Alejandro Romay, dueño todopoderoso del Canal 9. Romay firmó un contrato vía Télex con Duclos. Las principales ciudades del continente querían recitales, así que la gira se atrasó. Romay aprovechó la demora para leer el contrato. Se dio cuenta: no había contratado a los Beatles, sino a una banda cover de Miami.
Romay pensó que era mejor perder dinero que prestigio y comunicó la anulación del contrato. No quería quedar pegado a la “truchada”. El destino fue caprichoso, pues en ese momento apareció otro rival: Goar Mestre, el cubano dueño de Canal 13.
Mestre, al enterarse, envió representantes para firmar una exclusiva. Duclos, claro, firmó todo lo que aumentara las ganancias. Y así, con un “merengue” legal, los “American Beetles” partieron rumbo a Buenos Aires.
El 6 de julio de 1964, miles de jóvenes invadieron Ezeiza. La mayoría sabía que no eran los originales, pero querían subirse a la ola. Mientras los fans abarrotaban la terraza, en el interior esperaban abogados de Mestre.
La locura se desató a las 11:30. Aterrizó el Boeing de Pan Am y los gritos estremecieron el lugar. Pero lo increíble sucedió apenas los músicos tocaron suelo argentino: unos hombres corpulentos se acercaron, los levantaron en el aire y los llevaron a otro avión. ¡Los “American Beetles” fueron secuestrados!
El “secuestro” fue la jugada de Romay. Los “Titanes en el Ring” (amigos de Romay) llevaron a los músicos a una estancia. Mientras, los abogados de Romay validaban el contrato ante un juez.
Instalados en el Alvear y con el frente judicial resuelto, el 8 de julio de 1964 se presentaron en Canal 9. Con Alberto Greco como conductor, el show superó los 50 puntos de rating. La furia de Mestre era gigante.
Siguieron días de locura. Los muchachos visitaron la Bombonera y una legión de jovencitas los seguía a todos lados. Esto hizo que los defensores de la moralidad pusieran el grito en el cielo. Un disco grabado de apuro voló de las disquerías, pero la gira debía seguir. Los falsos Beatles partieron para no volver más.
Tiempo después, Litto Nebbia y Hugo Fattoruso (líder de “Los Shakers”) recordarían cómo los impresionó ese show. Los Shakers se convertirían ese mismo año en los “Beatles rioplatenses”.
Una historia que solo puede suceder en la ciudad que tiene el mayor museo “Beatle” del mundo.
Tony Aira es conductor de Asombrosa Buenos Aires (Lunes, de 21 a 22hs).
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