Por María Laura Morales
Piel de Encaje es la primera obra de teatro de tango drag que habla del amor ¿o desamor? Cuenta con el apoyo de la Federación Argentina LGBT+, Folclore por Todes y SIGLA Argentina, reafirmando su potencia como espectáculo que celebra la diversidad y el derecho a existir.
El autor, director, diseñador de iluminación y productor general es Fernando Alegre; el intérprete Eduardo “Pacha” Paglieri; la música original y los arreglos son de Carlos Ledrag; la Drag Fitrión está a cargo de Gonzalo Moreno; el vestuario de Jhonatan Oviedo, Titi Suárez y Rocío Florella; el maquillaje de Gema; la fotografía de Alejandro Palacios; video Matías Erazo – Spaguethi Films y la producción ejecutiva de Cristina Sisca
“Arrancamos con el proyecto a fines de 2023”, recuerda Fernando Alegre al otro lado del teléfono, sentado en la silla de un bar porteño después de posiblemente haber dado la última clase del día, pero no así de haber dejado de trabajar. En medio del barullo, mientras el día de a poco va queriendo terminar, hablamos con el director de Piel de Encaje, de la obra, del teatro, de su recorrido y del mundo en el que sobrevivimos. Fernando repasa por su memoria en voz alta que hace muchos años viene “hablando de la diversidad y del miedo que la gente le tiene a lo distinto, la sociedad en la que vivimos está todo el tiempo condicionando o clasificando a las personas para que pertenezcan a ese sistema”.
El unipersonal Piel de Encaje habla del amor y Fernando cuenta que “el amor es inherente a la humanidad, a la construcción del ser humano, después está lo que hacemos con el amor, cómo lo abordamos, cómo lo construimos”. Deja entrever que también hay un mal amor, seres mal amados, porque “hay una errónea construcción del amor, desde la posesión y el sufrimiento”.
“Al atardecer me dejaron de amar antes de amarme”
De una u otra manera, confirma que sus producciones hablan un poco de su vida, sus experiencias y sus recorridos, recuerda que “a partir de un desencuentro amoroso apareció la frase iniciática de la obra, a lo que posteriormente se sumaron los tangos elegidos que están vinculados con la argentinidad. Ciento treinta tangos fueron los primeros seleccionados para la obra, por supuesto todos referían al amor, el tiempo, los fantasmas, los espectros, el encaje, la textura, la tela…, luego la selección se cerró en seis tangos de los 20, 30 y 40”.
Cómo nada bueno se puede construir en soledad, en cada momento oportuno de la charla Fernando llena de elogios el trabajo de Carlos Ledrag: “Es un brillante compositor”. No escatima halagos para el Pacha con quien viene trabajando desde hace un tiempo que es quién interpreta a esta persona sin género que adolece y canta tangos mientras relata su historia.
En relación a la construcción de la obra con seguridad afirma que en lo que se basa es en la interpretación “del Pacha”, del texto narrado y cantado: “Mientras tenga buen equipo de sonido y micrófono, se te caen las medias; él canta, interpreta, encarna, está en carne viva”.
Durante los 60 minutos de duración del musical, todo va desarmándose, “degenerándose”, como señala Fernando. No solo el personaje adolece de género, sino también la música, que nunca deja de ser tango, porque cumple con algunas premisas, pero tiene sus arreglos y modificaciones.
Confiesa -como ocurre en la mayoría de las propuestas teatrales-, que, desde el primer ensayo al día del estreno, la obra muta, como muta el personaje en escena. “La fui terminando de construir en los ensayos, si bien el texto ya estaba terminado, la puesta en escena fue concebida para ese texto e intérprete y fui entendiendo, por ejemplo, el vestuario, porque quería que se vaya desgajando como una máscara, también quería que la máscara facial sea de determinada manera, que haya una posibilidad de desnudez o no; todo eso se dio mientras avanzaban los ensayos”.
Durante un año, una vez por semana o dos se juntaban a definir los detalles de Piel de Encaje, luego de tres funciones privadas fueron directamente a hacer temporada a Mar del Plata durante enero y febrero, desde junio del 2025 están una vez por semana en La Gloria Teatral, en la ciudad de Buenos Aires.
Comparte Fernando que, cuando hicieron una función en Santa Clara, provincia de Buenos Aires, durante el verano, el director de una escuela de arte les pidió una función para estudiantes de cuarto y quinto año. “Es una obra para trabajar la ESI, educación sexual integral, que es un contenido obligatorio dentro de la educación”.
Llegando al final de la conversación, entre café y la charla con una completa desconocida, remarca que “hay una necesidad social de clasificar, organizar, etiquetar, porque también hay un temor a que las personas se salgan de la norma, de lo establecido”.
Para Fernando, Piel de Encaje es universal porque pasan las épocas y más allá de las edades, las personas se sienten atravesadas, conmovidas por las historias que son inherentemente humanas.














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