A principios de mes cinco buques petroleros iraníes llegaron a Venezuela en el marco de una serie de acuerdos comerciales en el medio de una crisis energética producto de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos.
Por Valeria Rodríguez (*)
A principios de esta semana, llegó el sexto buque iraní pero está vez con alimentos para abrir el primer supermercado iraní en Venezuela.
Cabe destacar que debido a las sanciones económicas, Irán a reducido la comercialización de petróleo, de hecho en 2019 las exportaciones de petróleo fueron de 8.9 mil millones de dólares, muy por debajo de los 119 mil millones de dólares de la década pasada.
Pero la reducción de ganancias petroleras no frenó el desarrollo económico del país persa, que cuenta con una economía en transición que obligó a dejar de lado el petróleo en la economía y ejecutar los programas del país sin petróleo. Es decir, comenzó a centralizarse en aumentar el comercio de otros productos.
Según la Cámara Empresarial Iraní, las exportaciones no petroleras de Irán alcanzaron 41,3 mil millones de dólares, superando las exportaciones de petróleo por primera vez en la etapa post revolucionaria. Y aproximadamente la mitad de las exportaciones totales no petroleras fueron bienes manufacturados.
De hecho, los bienes de consumo y productos industriales desde galletitas hasta acero inoxidable son exportados por pequeñas y medianas empresas hacia Asia Occidental, Asia Central, China, Rusia y ahora a Venezuela.
Venezuela e Irán
Las relaciones comerciales y de cooperación entre ambos países no es nueva sino que lleva al menos 60 años pero el fortalecimiento de las relaciones se dieron durante el gobierno de Chávez y Ahmadineyad que firmaron convenios y acuerdos de cooperación.
De hecho las empresas de construcción iraní fueron las encargadas de la construcción de 50 mil viviendas en el marco del plan “Misión Vivienda” de Chávez, también en el ámbito energético la empresa Petro Pars firmó acuerdos con Pdvsa para la explotación de petróleo en la Franja Petrolífera del Orinoco en 2009.
En el ámbito financiero Venezuela e Irán inauguraron el Banco Binacional y el Banco de Desarrollo, los cuales fueron sancionados económicamente por los Estados Unidos el año pasado.
A su vez, ambos países llevan firmados más de 200 acuerdos de comerciales que permitieron la instalación de empresas de diferentes sectores como la fabricación de tractores y maquinaria agropecuaria, ensamblado de automóviles, procesamiento de lácteos, una cementera y ahora la apertura de los supermercados Megasus.
Lejos de ser a simple vista muy diferentes ambos países tienen en común que cuentan con un pueblo que sabe muy bien lo que es la resistencia. Por un lado, Irán que tuvo una guerra impuesta con Irak, la cual duró 8 años y tuvo que soportar una crisis económica sideral de la cual no sólo pudo salir sino que lo convirtió en autosuficiente.
Por el otro, Venezuela que si bien no tuvo una guerra externa, Estados Unidos constantemente intenta levantamientos como el del pasado mes de abril que fue fallido, como incluso lo señala John Bolton en su libro. Además de haber tenido que padecer situaciones peores a las de una guerra, por ejemplo antes de la Revolución bolivariana, el 55,6 por ciento de los venezolanos eran pobres en 1997, durante el gobierno de Rafael Caldera, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Ine. De ellos, el 25,5 por cierto vivía en situación de pobreza extrema.
Tras la revolución bolivariana, los datos comenzaron a cambiar y eso fue considerado como un peligro para los Estados Unidos que comenzó a utilizar las sanciones económicas como herramienta para hacer caer el gobierno de Maduro y el “régimen iraní.
La coyuntura en Asia Occidental
Estados Unidos cuenta con aliados en Asia occidental y ellos son Arabia Saudita e Israel los cuales trabajan para debilitar la resistencia islámica que conforma gran parte de Asia Occidental y está encabezada por Irán.
Por un lado, Arabia Saudita lo hace bombardeando Yemen, donde la resistencia de Ansarullah aliado de Irán continúa respondiendo los bombardeos sauditas.
Arabia Saudita pensó que iba a ser sencillo debilitar a la resistencia pero la coalición con Emiratos Árabes Unidos se debilitó mucho más rápido y hoy en día el sur de Yemen está teniendo conexiones con Israel y ya se autonombraron como estado independiente del sur de Yemen que nació como consecuencia de las diferencias con Arabia Saudita.
Respecto a Siria, que fue duramente sancionado por la Ley César que es un paquete de sanciones económicas donde el Departamento del Tesoro de Estados Unidos penaliza a toda persona, país o empresa que establezca relaciones comerciales con Damasco. La idea central de ésto es que el país pierda divisas y que los empresarios no quieran invertir en la reconstrucción en Siria. Esto está direccionado a golpear a Irán, a China y Rusia que son el nodo clave de la integración de Eurasia y el terror de los Estados Unidos e Israel.
Rusia y China continúan respaldando a Irán en todos los frentes por ejemplo, reprendiendo a la Agencia de Energía Atómica , Oiea, por ceder ante al “acoso” de los Estados Unidos, ya que la junta de la Oiea aprobó la semana pasada una resolución presentada por Francia, Gran Bretaña y Alemania criticando a Irán por primera vez desde 2012.
Por otra parte, Palestina es otro punto central en el intento de debilitar las resistencia islámica y se espera que el próximo 1 de julio se anuncie la anexión de Cisjordania por parte de Israel, lo cual ya ha sido rechazado por varios países árabes, así como la mismísima Onu que exige a Israel que abandone su plan de anexión, ya que de no hacerlo esto sería una grave violación de la legislación internacional.
Finalmente Irak todavía intenta hacer cumplir la medida votada por el Congreso a principios de año que sostiene que las bases militares norteamericanas deben retirarse de tierras iraquíes.
Todo esto de alguna manera afecta a Irán que por otro lado se dio el lujo de ridiculizar a Donald Trump con el envío de los buques petroleros y el último buque con alimentos, los cuales no son los últimos buques sino que el Ministerio de Petróleo en teherán ya se están planeando una segunda entrega a Caracas, enviando dos o tres cargas llenas de gasolina al mes. Eso también ayudará al país persa a descargar su enorme combustible producido en el país.
Hay una decisión muy clara por parte de ambos países de romper el bloqueo.
(*) Política Internacional en Feas, Sucias y Malas (sábado de 9 a 12hs)
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